Pasar la Inspección Técnica de Vehículos es uno de esos trámites que suponen un quebradero de cabeza para numerosos conductores en España. Y no por el simple hecho de acudir a una estación de ITV y desembolsar la cantidad correspondiente, sino por el riesgo de que se detecte algún problema grave o muy grave que provoque una visita al taller.
Como bien sabemos, el hecho de que los vehículos deban pasar una inspección resulta esencial para que las carreteras sean más seguras. Tanto es así, que también existe una ITV voluntaria que cualquier propietario puede solicitar para su vehículo.
Como su propio nombre indica, es una inspección que se realiza al vehículo antes de que llegue la fecha de caducidad de la anterior ITV. De este modo, el dueño se asegura de que el estado es satisfactorio sin necesidad de acudir a un taller mecánico.
“La ITV Voluntaria consiste en realizar una revisión que puede ser completa, como la que se realiza cuando le toca al vehículo, o parcial, es decir, de algún elemento o sistema concreto, por ejemplo el de frenos, de dirección, prueba de humos, etc.”, concretan en la empresa Servicios ITV SGS.
Cualquier persona que considere un trastorno tener que pasar la ITV obligatoria, es posible que se pregunte para qué sirve la voluntaria, más aún cuando no exime al vehículo de pasar la obligatoria en el mes que le corresponde. Desde el Grupo TÜV Rheinland explican que se trata de “una inspección completa que puedes realizar como revisión de seguridad antes de un viaje”.
Y a continuación ponen otro ejemplo que es la razón más habitual de optar por pasar una ITV voluntaria: el de la compra o venta de un vehículo. “Si al ir a comprar un vehículo de segunda mano pasas una ITV voluntaria, tendrás la tranquilidad de circular seguro. Y si aparece algún defecto, solo tienes que acudir al taller para repararlo. Del mismo modo que si eres quien quiere vender el vehículo, una ITV favorable, es sinónimo de confianza de cara a tu posible comprador”, apuntan al respecto.
Por lo tanto, la ITV voluntaria es una práctica muy útil para acelerar los procesos de compra y venta, dado que ofrece la garantía de que se encuentra en buen estado para circular.
Como hemos comentado anteriormente, el hecho de hacer una ITV voluntaria no exime al vehículo de pasar la inspección obligatoria en el momento correspondiente. Por lo tanto, se trataría de una revisión como la que puede realizar un taller, pero con la salvedad de que la lleva a cabo una estación de ITV.
En cuanto a los precios de estas inspecciones voluntarias, dependen de la comunidad autónoma en la que se realicen e incluso de cada estación, ya que no todas cobran la misma cantidad. No obstante, habitualmente el proceso suele ser más barato que cuando se pasa la ITV obligatoria.
Finalmente, hay que tener presente que si los agentes detectan algún defecto grave o muy grave, el propietario del vehículo deberá resolverlo, tal y como ocurriría en una ITV obligatoria.