Daniel Sancho, el hijo de 29 años del actor Rodolfo Sancho, para el que piden pena de muerte por asesinar y descuartizar al cirujano plástico Edwin Arrieta, ha vuelto a declarar en la mañana de este miércoles ante la Policía de Tailandia en la prisión de la isla de Koh Samui.
Lo ha hecho en presencia de su abogado, Khu Anan, después de casi dos semanas en prisión provisional. Una nueva declaración que ha durado unas dos horas y media y cuyos detalles no han trascendido.
Tras la rueda de prensa de este martes, en la que los investigadores daban por cerrada la acusación por asesinato, Sancho ha permanecido tranquilo. Sigue a la espera de que este jueves finalice su aislamiento por el protocolo covid y pueda recibir visitas -se había barajado que pudiera seguir aislado-. Su madre, la actriz Silvia Bronchalo, podría viajar al país asiático en las próximas horas.
Khu Anan, el abogado de Sancho en Tailandia (ya que el letrado español que le defiende, Fernando Oca, también viajó para verle), ha confirmado este martes a las puertas de la prisión en la que se encuentra el cocinero que ha estado junto a él más de dos horas, mientras testificaba de nuevo ante la policía: "No puedo dar detalles, lo siento".
La investigación continúa, aunque este martes las autoridades mostraron las evidencias contra Daniel, que le señalan como asesino de Edwin Arrieta, de forma premeditada y en solitario. El caso se da por cerrado, pero sigue habiendo incógnitas incluso para los forenses.
Entre las pruebas que se mostraron en rueda de prensa, la foto de una camiseta de la víctima con el corte de un cuchillo a nivel del corazón, como supuesta causa de la muerte de Edwin Arrieta, con quien Sancho habría mantenido una relación aparentemente sentimental (dijo que el cirujano de 44 años no le dejaba romper y se ha informado de que el colombiano le daba unos 300.000 euros anuales).
Alrededor de la puñalada no hay rastros de sangre y aún no ha aparecido el torso. Se había hablado de que el colombiano pudo morir por un golpe en una caída o durante el descuartizamiento. Según el director de la prisión de Kho samui, a pesar de la situación, Daniel Sancho está sosegado.
Su equipo legal le ha informado de la sentencia que piden para él. El cocinero no toma medicación, ve películas y hasta hace yoga, así es su estilo de vida en la cárcel. La Policía de Tailandia contempla la pena capital para él, que ha confesado el crimen, asegurando que era rehén de la víctima. Aún tiene que pronunciarse la FIscalía.