Día tras día y hora a hora continuamos conociendo más detalles sobre el caso de Daniel Sancho, presunto autor del asesinato y desmembramiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta Arteaga. Mientras tanto, el joven español sigue en la prisión de Koh Samui, donde permanece aislado en el módulo hospitalario por riesgo de suicidio o agresión. La víctima, a modo de premonición, hizo el papel de un descuartizador en una serie documental.
En una entrevista exclusiva con la revista Lecturas, una de las personas del círculo más íntimo de Daniel durante su adolescencia ha asegurado que "era un tarado ya hace 15 años. Se le iba la cabeza y se pegaba con la gente". Además, ha desvelado que el actor Rodolfo Sancho, harto de tener que dar siempre la cara por su hijo, "estaba hasta los huevos de él".
La imagen proyectada por esta persona con la que ha hablado la revista del corazón, lógicamente, dista mucho de la expresada por la abogada de la familia Sancho, Carmen Balfagón, sobre el supuesto asesino en 'Fiesta de verano'.
"Hasta lo que yo sé es un chaval bueno y una bellísima persona. Insisto en que no sabemos qué ha podido pasar", señaló la letrada en el programa de Telecinco. Balfagón también confirmó que Rodolfo Sancho "no puede ni sacar al perro, está tan abatido que no quiere que nadie le vea".
Hace unos días, en este mismo espacio televisivo de los fines de semana, la madre de uno de los compañeros de Daniel apuntaba que "nadie se lo esperaba". No obstante, explicaba que "de pequeño, Dani era bastante conflictivo. En el colegio siempre estaba con problemas, siempre. De hecho, lo expulsaron, pero de ahí a esto hay un mundo".
Las declaraciones de esta mujer no se quedaron ahí e incluso indicó el momento en el que ella considera que la actitud del joven comenzó a empeorar. "Desde que se divorciaron sus padres se empezó a comportar peor, no lo llevó nada bien y empezó a ser más inestable, pero eso no justifica para nada el asesinato que habría cometido", subrayó.
Por último, quiso dejar claro en su mensaje que Daniel contó con un pilar fundamental en su vida que lo intentaba reconducir en todo momento. "Su padre siempre estuvo muy pendiente de él. Rodolfo ha sido un padrazo preocupado por su hijo", finalizó.