La investigación policial del caso de Daniel Sancho, el hijo de 29 años del famoso actor Rodolfo Sancho, quien confesó haber asesinado y descuartizado al cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta en la isla de Ko Pha Ngan, al sur de Tailandia, ha llegado este lunes a su fin. Las autoridades han analizado el 95% de las pruebas recabadas y han sacado conclusiones en un tiempo récord. Solo han pasado nueve días desde que trascendieron los hechos y contaban con 84 para cerrar las pesquisas.
Esta semana es clave para Sancho, pero aún le esperan unos meses, mínimo cuatro, hasta que se celebre el juicio -en el que podría enfrentarse a la pena de muerte-. Los investigadores darán una rueda de prensa este martes para informar de todos los detalles.
Esta jornada ha trascendido un testimonio muy importante para los agentes, según ha informado en exclusiva 'En boca de todos'. Se trata de una de las personas con las que estuvo el cocinero tras el presunto asesinato y justo antes de ser detenido. De hecho, fue la última que le vio en libertad.
Hablamos de una joven con la que estuvo el acusado antes de denunciar la desaparición del cirujano. Ella no ha querido hablar directamente, pero sí su entorno. La chica con la que estuvo Sancho en sus últimas horas en libertad es de Israel y tiene 26 años. Todavía sigue en la isla, en la playa de Koh Samui. Esta joven y Daniel Sancho se conocieron en la mañana del jueves 3 de agosto, un día despues de que el acusado hubiera asesinado y descuartizado a Edwin Arrieta -al que habría asesinado supuestamente por 'celos' y del que percibía, según medios locales, unos 300.000 euros anuales-.
Ambos flirtearon, pasaron el día juntos, fueron a pasear en kayak, por la noche cenaron juntos y cuando se dirigían al hotel de ella, él decidió parar en la comisaría y denunciar la desaparición del cirujano colombiano de 44 años. La testigo asegura que no sabía nada hasta ese momento, que se asustó muchísimo, que estuvo horas esperándolo en comisaría y que finalmente se fue sola con un policía que decidió acompañarla hasta su hotel.
Daniel Sancho hizó la ultima incursión en el mar con los restos de Edwin supuestamente a las 06:00 horas de la mañana del jueves. Cuando terminó, se fue con unas amigas que conoció el día anterior. Esa misma tarde, de camino a la fiesta de la luna llena, "contó que uno de sus amigos estaba desaparecido y quería contar a la policía que alguien estaba desaparecido", ha explicado una persona del entorno de la joven israelí. Él ya no salió de la comisaría.
"Ella dijo: 'Él me ha dejado en el cuartel de policía, él ha entrado y un policía me ha dejado de vuelta en casa'. Nadie entiende qué ha pasado", ha agregado la misma fuente. El español de 29 años no había ido a denunciar espontáneamente. La hermana de Edwin y una amiga le escribieron. Lo localizaron por redes sociales y le dijeron que sabían que estaban juntos y que habían hablado con el consulado y con la policía.
Un recolector de basura descubrió en la misma mañana del jueves una pelvis seccionada e intestinos humanos en un vertedero. Sancho había dicho que no sabía nada de Edwin Arrieta, pero los agentes sospechaban de sus cortes y arañazos. Cuando el cocinero entró a denunciar la desaparición, lo interrogaron.
Los investigadores habían dado con un detalle crucial: Sancho se había olvidado en una de las bolsas (en las que metió los restos de la víctima) un ticket de la compra del día anterior en un supermercado: un cuchillo, papel film en gran cantidad y más bolsas. Es una de las pruebas definitivas para la policía, que con la imagen y la matricula de la moto alquilada por Daniel, lo habían identificado. De hecho, la dueña del local en la que alquiló la moto ya le había dicho que se pasara por allí, cuando los agentes querían arrestarlo. El joven español terminó confesando el sábado 5 de agosto. Esta jornada habría podido hablar con sus padres unos segundos. Sigue a la espera de sentencia.