No cabe duda de que el verano es el mejor momento para “lucir palmito”. Llega después de la “operación bikini”, se exponen más partes del cuerpo y la piel tiende a broncearse bajo los rayos de sol. Eso lleva a que muchas personas consideren que es el mejor momento para hacerse un piercing que ponga la guinda a ese look que tanto ha costado lograr. Sin embargo, esto es un error que conviene no cometer, ya que no es bueno hacerse un piercing en verano por diversas razones.
Eso sí, antes de apuntar las desventajas de hacerse un piercing en los meses más habituales para irse de vacaciones, podemos apuntar un par de aspectos beneficiosos de optar por esta época del año. El primero es que la cicatrización suele ser más rápida siempre y cuando se trate bien y no se someta al agua del mar o de la piscina y a otros agentes como la arena. Y por otro lado, en verano se utiliza menos ropa, así que los piercing que suelen ir bajo alguna prenda, como es el caso de los que se realizan en el ombligo, sufrirán menos roce, ya que estas son más ligeras.
Problemas de los piercing en verano
Sin embargo, el hecho de que en verano sea habitual optar por prácticas recreativas como bañarse, ir a la playa o pasar más tiempo de ocio al aire libre repercute en conseguir una óptima cicatrización. Así pues, a continuación apuntamos cuáles son los principales inconvenientes de hacerse un piercing en verano:
Mayor exposición a elementos externos. El agua del mar, la arena, el cloro de las piscinas o una sudoración excesiva son elementos que pueden provocar que la cicatrización no sea la correcta, de manera que aumenta el riesgo de infecciones y complicaciones en la perforación. Hay que recordar que la zona debe permanecer limpia en todo momento, con lo que las actividades expuestas no ayudan a que esto sea posible. Asimismo, los piercing hay que moverlos lo menos posible y tampoco pueden estar expuestos a cremas como las solares.
Menor cuidado. A pesar de que la cicatrización se produzca más rápidamente por los motivos ya expuestos, en verano es más complicado seguir a rajatabla las recomendaciones que los especialistas proponen para el cuidado de la perforación. Y es que después de cada baño será conveniente limpiar y desinfectar la zona para evitar cualquier tipo de irritación. No en vano, lo más adecuado sería no bañarse hasta que pasasen unas semanas, lo que estando de vacaciones resulta complicado en destinos de playa. Es más, si se expone demasiado a la luz solar podrían aparecer manchas en la piel junto al piercing, lo que además repercute en la parte estética.
Optar por profesionales. Finalmente, si alguien prefiere hacerse un piercing en verano siempre debe acudir a profesionales contrastados que sepan hacerlo con las medidas de higiene necesarias. Es decir, aunque parezca algo sencillo que puede hacerse en cualquier puesto playero, es recomendable que se encarguen de ello quienes tienen licencia y conocen perfectamente cómo ha de ser el cuidado.