El cinturón de seguridad ha salvado millones de vidas desde que en la gran mayoría de países se ha convertido en un elemento de seguridad obligatorio en todas y cada una de las plazas, sin embargo, hoy te vamos a contar que, además de poder salvar tu vida y la de los pasajeros de las plazas traseras, su uso sin pasajeros también es muy recomendable.
Las propiedades de esta correa de sujeción llamada cinturón de seguridad son tales que requieren una fibra de alta tenacidad que sea resistente a la abrasión y a los rayos UV durante muchos años. El poliéster HT en forma de hilos de filamento continuo es el tipo de fibra preferido y que ha ido evolucionando a lo largo de su historia.
El cinturón es uno de los primeros elementos de seguridad en el automóvil que surgió, y a pesar del fácil mecanismo, tiene una inmejorable eficiencia. Es capaz de evitar que salgas despedido del auto en caso de choque, que te lesiones en el interior del vehículo y que los pasajeros que van atrás no impacten contra los asientos delanteros.
Es por eso por lo que, aunque seas un conductor experimentado y creas que es casi imposible que tengas un accidente, tienes que usar siempre el cinturón de seguridad, pues nadie está exento de sufrir un accidente de tránsito, ya sea en la ruta, conduciendo por la ciudad o a la vuelta de tu casa.
¿No has oído hablar del efecto elefante? La DGT lo recuerda a menudo en sus consejos e infografías para colaborar en la concienciación del uso del cinturón de seguridad a la hora de subirnos a un vehículo. Erróneamente se puede pensar que, si los pasajeros de atrás no se ponen el dispositivo de retención, ellos son los únicos en riesgo y los que pagarán las consecuencias en caso de accidente. Sin embargo, no es así, porque en estos casos se produce el efecto elefante.
Al ir sin cinturón, los pasajeros de la parte trasera del coche, con un frenazo o en una colisión frontal no quedan sujetos en sus asientos, por lo que salen despedidos para impactar con el conductor y/o el copiloto, según en el lado del vehículo que vayan.
Abrocharse el cinturón de seguridad es uno de los medios más efectivos para prevenir el efecto elefante y de esta manera prevenir muertes y lesiones graves en cualquier tipo de carretera. Pero lo importante no es solo que lo lleve el conductor, si cualquier otro pasajero no lo lleva, el elefante continuará dentro del coche.
Como ya hemos mencionado, la DGT avisa sobre el efecto elefante que también podría provocarse con un simple teléfono móvil que esté suelto en el asiento trasero, un ordenador o incluso un biberón, los cuales podrían coger un peso equivalente a 2.550 kilos. Cuando en el coche van elementos sueltos, la velocidad a la que salen despedidos y la fuerza con la que golpean cuando hay una frenada también se multiplica.
De esta manera, no solo debes asegurarte de colocarte el cinturón de seguridad al iniciar un viaje, sino que también debes cerciorarte de que no haya ningún objeto suelto dentro de tu vehículo, ni siquiera un teléfono móvil. Y absolutamente todos los pasajeros deben tener el cinturón de seguridad puesto, y si son niños, con la debida silla bien anclada. De esta manera evitarás el temido efecto elefante.
Esto se debe a que el respaldo de las butacas traseras puede soportar grandes pesos e impactos, pero el tener los cinturones abrochados cuando no hay nadie en los asientos traseros es un plus de seguridad que incorporamos nosotros mismos como conductores ya que nos proporcionan una mayor protección para que la carga no pueda penetrar en el habitáculo desde el maletero incluso aunque éstos no estén.
Según los expertos, es muy aconsejable también que se usen los cinturones de seguridad viajes o no viajes solo como conductor, incluso, aunque no haya carga en el maletero. De esta forma, en caso de golpe por alcance (por la parte trasera), mejorará el comportamiento de los respaldos de los asientos traseros y nos ayudará a que el impacto en cierta manera frene algún elemento de nuestro vehículo, o del vehículo que nos impacta, penetre por el maletero de forma violenta.