El comienzo del Tour de Francia, en esta ocasión, en Bilbao ha trastocado completamente la vida de los ciudadanos. Numerosas calles cortadas, carreteras intransitables y muchos comercios afectados. Incluso una pareja ha tenido que anular su boda por las dificultades para poder llegar a la iglesia.
Bilbao se está enfrentando a un operativo de seguridad sin precedentes que coincide además con la operación salida del verano.
Cientos de ikurrinas, junto a banderas de decenas de países, han puesto color a una mañana que ha transcurrido sin incidentes y en la que los aficionados han podido ver de cerca a los ciclistas y la caravana publicitaria de la ronda francesa.
A las 12.30 horas, los asistentes han podido disfrutar del corte la cinta protocolaria a través de las pantallas gigantes instaladas en la explanada de San Mamés y del momento en el que el lehendakari ha pulsado el botón que daba inicio a la etapa.
Tras el aurresku de honor, la cuenta atrás y los aplausos del público, el pelotón ha circulado por el centro de la capital vizcaína en un recorrido neutralizado que ha transitado por las calles Sabino Arana y Abandoibarra hasta llegar a Alameda Mazarredo.
Desde allí, el pelotón se ha dirigido por Alameda Rekalde hasta Moyúa para dirigirse hacia el puente del Arenal. Tras pasar por el Campo Volantín, los ciclistas se han dirigido por Avenida Lehendakari Agirre hasta Enekuri, donde los ciclistas han dado inicio a una etapa de 182 kilómetros que está previsto concluya sobre las 17.15 horas en el Parque Etxebarria, donde los ciclistas llegarán tras pasar por Avenida Zumalacarregi.