El Reglamento General de Circulación tiene como objetivo regular y garantizar la seguridad y la eficiencia del tráfico de vehículos. Esta finalidad ha provocado que sufra modificaciones para adaptarse a las innovaciones que aparecen en el mercado y a las nuevas necesidades sociales que surgen, de tal modo que no es extraño toparse con sanciones que nadie hubiera imaginado.
De hecho, hay multas que pueden considerarse absurdas y que, sin embargo, supondrán un desembolso elevado para el conductor o sus ocupantes.
Hablar de cuál es la multa más absurda que te puede poner la DGT resulta muy complicado, ya que depende del punto de vista de cada persona. Así que a continuación apuntaremos algunas de las más llamativas:
Cuidado con salpicar. Cuando llueve hay que extremar las precauciones al volante y uno de los consejos más habituales es evitar las balsas de agua en el asfalto. Sin embargo, cuando se forman charcos, algunos conductores no se percatan de lo que pueden salpicar o directamente creen estar en una película de Hollywood y aceleran precisamente para lo contrario. Pues bien, si se salpica a los transeúntes, esa acción será motivo de multa y la cantidad puede llegar a los 100 euros.
Los brazos, dentro del coche. Aunque sea una posición cómoda y muy habitual para numerosos conductores, conducir con el codo por fuera de la ventanilla –o la mano– también es sancionable con una multa de unos 100 euros.
El torso, cubierto. Tampoco está permitido conducir sin camiseta. No importa si alguien acaba de darse un baño en la playa y vuelve con su coche a casa o al apartamento de vacaciones. Deberá ponerse al menos una camiseta o enfrentarse a una sanción de 200 euros.
Ni besos, ni discusiones, ni un tentempié. Otra sanción que puede parecer absurda pero que tiene sentido es la de perder la vista a la carretera por los motivos apuntados. Es decir, dar un pequeño beso a quien ocupe el asiento del copiloto (o cualquier otro) puede salir muy caro si un agente considera que es peligroso. Lo mismo ocurre cuando se tiene una discusión acalorada que despista al conductor o si este decide comer algo mientras se maneja el volante. En este último caso, el simple hecho de sujetar el volante con una mano mientras se emplea la otra para coger un sandwich o un bocadillo, por ejemplo, es sancionable con 200 euros y dos puntos del carnet de conducir. Así que, las muestras de cariño, las broncas y la alimentación, mejor en un área de servicio o una zona de descanso.
Prohibidos los carteles. Conducir un coche con el típico cartel de “se vende” pegado en alguno de los cristales será considerado peligroso por reducir la visión y, por lo tanto, motivo de sanción.
El carril izquierdo, para adelantar. En la autoescuela nos enseñan que siempre hay que circular por el carril derecho en una autovía. No importa si hay uno o dos más, en todo momento se debe permanecer en la derecha para no entorpecer el tráfico. De hecho, si un automóvil transita solo por la izquierda, cuando no hay nadie en el lado derecho, deberá afrontar una posible multa de 200 euros.