Varias regiones, entre ellas Málaga o Murcia, han registrado un aumento de las escenas violentas entre grupos de menores de edad que quedan a través de las redes sociales para pelarse y publicar los vídeos de la agresión. Algunas de ellas están unidas a casos de ciberacoso escolar y tienen consecuencias terribles para los menores.
Esta peligrosa 'moda', que en muchas ocasiones hace, incluso, ganar seguidores, preocupa a los expertos y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que destacan que en los últimos meses se ha incrementado el número de escenas de este tipo. Entre otros factores, indican que la grabación y la difusión de estas escenas en Internet no ayuda a frenar la violencia.
Así lo alerta a ‘Málaga Hoy’ el jefe del Grupo de Menores (Grume) de la Comisaría Provincial de Málaga de Policía Nacional después de que se haya registrado alguna escena de este tipo en la región.
Este último mes, “ha habido un repunte, una cosa excepcional” al registrarse al menos tres enfrentamientos entre menores de edad desde el mes de marzo. Normalmente, los participantes suelen ser varones de más de 13 años, aunque también se registran casos con chicas. El motivo, apunta, suele ser banal, muchas veces, de carácter sentimental.
La situación también preocupa en Murcia, según indican Miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la Región a ‘La Opinión de Murcia’. Las peleas suelen comenzar con riñas en el instituto “y de ahí hacen la quedada para pegarse, ya fuera del centro educativo”, donde otros jalean, graban y difunden las escenas a través de las redes sociales.
“Cuanto más sucede, más se ‘normaliza’”, advierte al mencionado diario Juan Pedro Martínez, coordinador del área de psicología educativa del Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia, que considera que “grabarse y difundir las imágenes son potentes reforzadores para las personas perpetradoras ya que las posiciona, les da visibilidad y en ocasiones hasta fama”.
“Si no pudieran grabarlo y difundirlo en redes o entre otros dispositivos móviles, este tipo de conductas se reduciría”, asevera.
Los expertos alertan sobre la notoriedad que da a los agresores esta difusión y advierten de los peligros de una ‘moda’ que en ocasiones también va unida al acoso escolar.