El clorito de sodio, la sustancia que la monja Teresa Forcades defiende como tratamiento

  • Qué es el clorito de sodio, la sustancia química que recomendaba la monja como parte del tratamiento de diversas patologías

  • Teresa Forcades, médico y monja benedictina, ha sido inhabilitada por defender las propiedades antivíricas y antiinflamatorias del clorito de sodio

  • La Aemps y el servicio de Farmacología del Hospital Vall d'Hebron no dan valor a los estudios clínicos en los que se basaba la monja y médico Teresa Forcades

La decisión de inhabilitar como médico a la monja Teresa Forcades ha pueso en el centro de la atención al clorito de sodio, al que la religiosa defiende como tratamiento por supuestas propiedades antivíricas y antiinflamatorias. En realidad, es un producto que se ha usado de forma industrial para desinfectar el agua y algunos alimentos.

El clorito sódico es un producto que se usa para la limpieza. No es cloro ni lejía, aunque sí tiene ciertas características muy similares a estos productos.

Para crear lo que se conoce como clorito de sodio MMS, que se utiliza por sus propiedades desinfectantes, se hace una mezcla de un 25 % de clorito de sodio con un 4 % de ácido clorhídrico.

El clorito de sodio se utiliza mucho en la limpieza a nivel industrial. Se emplea para la limpieza y desinfección de diferentes espacios, como puede ser suelos, paredes, también se puede utilizar para la desinfección de los conductos de los aparatos de climatización.

También puede usarse para tratamiento y depuración de agua, así como de frutas y verduras.

En altas concentraciones de clorito de sodio se usan para el blanqueo y decapado de textiles, pulpa y papel; también como agente esterilizante utilizado en plantas de tratamiento de agua.

La médico y monja, Teresa Forcades Forcade se apoyó en diversos estudios que, según ella, avalan la seguridad eficacia del compuesto químico para tratar algunas patologías. El Colegio Médico de Barcelona considera que está probado que el clorito de sodio es una sustancia que supone "un grave riesgo para la salud".

La Agencia Médica del Medicamento y el servicio de Farmacología del Hospital Vall d'Hebron no dan valor a los estudios clínicos en los que se basaba la monja y médico Teresa Forcades.