Gonzalo Fernández Quiroga, especialista en Medicina General y defensor de la homeopatía como método complementario para tratar diferentes enfermedades, critica que la llamen pseudociencia. "Los medicamentos homeopáticos son legales y están regulados en España y en Europa, donde están incorporados en la sanidad pública de Francia y Alemania, pero además hay agencias de medicamentos y autoridades sanitarias europeas que han estudiado sus beneficios, desde un punto de vista asistencial."
De la otra parte, Vicente Prieto, biólogo del Cuerpo Facultativo Superior Xunta de Galicia y firmante de la carta abierta a la ministra de Sanidad contra la homeopatía a la que define como "una pseudoterapia inútil" que "se basa en cosas que han sido desmontadas por la Ciencia, como que lo similar cura los similar, que cuanto más diluida esté una sustancia más efecto tiene o lo más absurdo de todo: que el agua tiene "memoria". Jamás ha demostrado la menor eficacia, ni lo hará porque lo que venden es agua o pastillas de azúcar sin una molécula de sustancia activa."
Fernández Quiroga, por su parte, defiende la existencia de estudios científicos, aunque admite que son pocos y apuesta, como sus detractores, por la regulación de la homeopatía y su uso a fin de sacar a los curanderos y gente sin escrúpulos del ámbito sanitario, que hacen mucho daño a los pacientes y a los métodos homeopáticos.
"Hay que regular el intrusismo y que nosotros los médicos podamos utilizar los medicamentos convencionales, antibióticos, antinflamatorios y los medicamentos homeopáticos, como un recurso más, porque son compatibles con los medicamentos convencionales. Somos médicos formados", subraya.
Sin embargo, Prieto, también Presidente del Círculo Escéptico va más allá explicando que exigen a las autoridades sanitarias españolas una regulación más restrictiva para "que los productos homeopáticos tengan que demostrar su eficacia para poder venderse como medicamento, algo que -en su opinión- jamás logrará, porque se basa en postulados falsos desmontados por la Ciencia. Son solo agua o azúcar. El lugar de la homeopatía no es una farmacia, sino una feria esotérica, al lado del tarot y los amuletos."
No hay datos sobre los muertos a causa de la homeopatía, aunque sí numerosos reportajes sobre personas que abandonan sus terapias convencionales para atender patologías graves, como cáncer u otros con medicamentos homeopáticos y acaban falleciendo. Fernández Quiroga, defensor de la homeopatía, define muchos de estos casos de pacientes que fallecen al optar únicamente por tratamientos naturistas, como casos de mala praxis, porque "la homeopatía no es un método sustitutivo en oncología."
"Ningún médico que incorpore los medicamentos homeopáticos en ningún caso desaconseja la quimioterapia o radioterapia. ¡Es absurdo esto! Nosotros utilizamos los medicamentos homeopáticos en pacientes con cáncer para paliar efectos secundarios del tratamiento de quimioterapia, como es la ansiedad, insomnio, estrés. Hemos ayudado a completar los ciclos de quimioterapia cuando esta ha bajado los glóbulos blancos, por ejemplo. En ningún caso la homeopatía hemos dicho que cura el cáncer, pero sí puede ayudar de esta manera".
El Gobierno francés ha encargado un informe sobre su eficacia y varias universidades han eliminado los cursos de homeopatía, Inglaterra la ha expulsado del sistema de salud, la Asociación Médica Británica la cataloga de 'brujería' y en España la Real Academia de Farmacia alertaba el pasado año que "puede poner en riesgo la salud". Lo asegura el biólogo Vicente Prieto, que rechaza el término médico homeópata, aunque sean muchos titulados de esta profesión, quienes lo usen.
"La mejor prueba de que la homeopatía es una creencia absurda es poder beber un vaso de agua del grifo y seguir vivo. El agua contiene muchísimos compuesto tóxicos en cantidades ínfimas. La homeopatía dice que a mayor dilución, mayor efecto, por eso debería ser mortal, la Química nos dice que eso es falso y que a esas concentraciones el agua es segura ¿Por qué el agua que le compramos a los homeópatas no tiene "poderes"? Yo mismo me he tomado una caja entera de supuestos "sedantes homeopáticos" para demostrar que es solo azúcar y no me hizo el menor efecto. Por cierto, existen multinacionales de la homeopatía que facturan cientos de millones de euros al año vendiendo "azúcar mágico" y que gastan muchísimo dinero en publicidad y en patrocinar cursos y congresos, en lo que no gastan es en Investigación y Desarrollo".
Desde la Sociedad Española de Medicina Homeopática se considera que los que los critican mezclan el reiki y cualquier método estrambótico para desprestigiar estos métodos de la "medicina integrativa". "Se mete todo en el mismo saco con la idea de desprestigiar a métodos perfectamente estandarizados que funcionan en Europa y América, como es la medicina integrativa, que responde a los tres métodos, el naturista, la acupuntura y la homeopatía con suficientes evidencias científicas para que los médicos que lo deseen puedan integrarla a su arsenal terapeútico. "
La discusión sobre homeopatía está en plena efervescencia a la espera de que el Ministerio de Sanidad actúe en un campo con apenas regulaciones: Desde la ley 25/1990 de 20 de diciembre que incluyó por primera vez a la homeopatía en la categoría de medicamentos muchos científicos esperan por un control definitivo.
El Real Decreto 2208/1994 de 16 de noviembre favoreció la comercialización de productos sin indicación terapéutica, gracias a un proceso de registro simplificado al que se acogieron unos 19.000 medicamentos homeopáticos. En 2007, una nuevo Real Decreto pedía a estos medicamentos a someterse a un control y evaluación de riesgos en un plazo de tres meses. Nunca se realizó.
La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseuodocientíficas, una de los impulsoras de la carta a abierta a la ministra, han criticado "el trato a favor" que recibe la homeopatía en España y exige que sus productos tengan que cumplir los mismos requisitos que los medicamentos convencionales para poder ser comercializados. El debate está abierto y no es baladí. Jugar con la medicina provoca muertes. El Ministerio tiene ahora la última palabra. Los médicos han hablado.
TE PUEDE INTERESAR: