Beatriz Flamini acaba de batir el récord mundial de permanencia en solitario en una cueva. Han sido 500 días en los que ha estado desconectada de todo y de todos. Desde el 20 de noviembre de 2021 en el que se encerró en la gruta de Motril, en Granada, han ocurrido guerras, muertes y avances tecnológicos que Beatriz se ha perdido, porque para ella hoy es el día después de esa fecha y ahora le toca informarse de cómo ha cambiado el mundo en este tiempo.
Lo primero que ha hecho Beatriz es abrazar a su familia y amigos. Después le toca saber qué les ha ocurrido bueno y malo en estos quinientos días y, suponemos, que después le tendrá que abrirse al mundo para saber qué ha pasado en todo este tiempo. Algo que nos recuerda que la vida sigue su curso independientemente de que estemos atentos ella o no.
La primera sorpresa para Beatriz será saber que Europa vuelve a estar sumida en un conflicto bélico. Desde el 24 de febrero de 2022, el ejército ruso ha invadido partes de Ucrania atacando con bombas y misiles casi todo su territorio. La guerra parecía una cosa de pocos días, pero la resistencia del pueblo ucraniano con el apoyo de los paises occidentales ha logrado contener el avance de los militares rusos que ahora pelean por mantener las conquistas de territorio ucraniano que aún conservan en la región prorrusa del Dombás.
A Beatriz, seguro que este mundo le parecerá un poco más distinto cuando se entere de que Isabell II la reina de Inglaterra en los últimos 70 años murió el pasado 8 de septiembre a los 96 años. Ha sido la reina más longeva y deja tras de sí una corona a manos de su hijo Carlos III y la polémica Camila Parker, Duquesa de Cornualles y reina consorte por una decisión personal de Isabel que ha sido considerad como una aceptación final.
Otra cosa es que llegue a entender cómo es posible que una casa real tan amada y odiada por sus súbditos, a partes iguales, puede sobrevivir a escándalos como el que están protagonizando últimamente el príncipe Harry y su mujer, la norteamericana Megan Markle. Una historia que recuerda a la de su madre, Lady Di.
Estaba ahí pero jamás pensamos que estallaría de esta forma. Cuando Beatriz se metió en la cueva de Motril, en Granada, la Inteligencia Artificial era más una cuestión de ciencia ficción. Una realidad que existía en la imaginación de muchos científicos e informáticos, pero algo más del futuro. La realidad, como siempre ha superado a la ficción y desde el 30 de noviembre de 2022 supimos que existía algo conocido como ChatGPT y que era capaz de responder a todo lo que le preguntásemos.
A partir de ese momento miles de aplicaciones y buscadores se han pasado a la IA de forma que ahora es complicado saber si lo que leemos, oímos o vemos es obra de humanos o ha sido generado por máquinas enseñadas a pensar como nosotrso.
Algo bueno habrá tenido este aislamiento voluntario durante 500 días de Beatriz Flamini. En este tiempo, la política española se acerca a un periodo electoral que ha elevado el ruido de la confrontación partidista hasta extremos insoportables, como el vivido con la segunda moción de censura de Voz contra Pedro Sánchez con Ramón Tamames como candidato. Los enfrentamientos entre ideologías o entre facciones han contado con el altavoz de las redes sociales distorsionando la convivencia entre ciudadanos y radicalizando a una sociedad a la que no hace falta mucho combustible para que estalle.
Su despertar a esta realidad social y mundial vendrá acompañada también por la sorpresa de ver a Donald Trump, el primer presidente de los Estados Unidos imputado por un delito criminal, mientras enfrenta y divide a su pueblo. Para ello contará con la inestimable ayuda de megaempresarios como Elon Musk que ha convertido Twitter en una herramienta arrojadiza que entuirbia el debate e impide el entendimiento. Sin olvidar que si no tiene TikTok se perderá la mayor parte de lo que ocurre en las redes sociales, aunque podrá disfrutar del resto de la vida.