La decisión de Ana García Obregón de ser madre por gestación subrogada ha originado una controversia compleja que, dependiendo de las circunstancias de cada caso, suscita todo tipo de opiniones. A nivel político, la ministra española de Ciencia, Diana Morant, ha subrayado que para el Gobierno "no existe a día de hoy debate" puesto que, en España, "la regulación es muy clara". Por otra parte, Ciudadanos reclama al Ejecutivo "seguridad jurídica".
La gestación subrogada, permitida en unos países y prohibida en otros, es objeto de controversia por los conflictos económicos, morales y sociales que implica, fundamentalmente por afectar a las poblaciones menos favorecidas e indefensas, que se ven abocadas a prestarse a ser vehículo de la paternidad de los más privilegiados económicamente.
Uno de los principales destinos para las familias que quieren tener bebés por gestación subrogada es Estados Unidos. En ciertos estados del país, dicha práctica se lleva realizando desde los años 80 bajo una legislación muy permisiva. En otros, sin embargo, está prohibida o limitada, e incluso en algunos se considera un delito penal.
Entre los estados donde se admite para parejas heterosexuales, homosexuales o solteros figuran Florida, California, Arkansas, Delaware, New Hampshire, Nevada e Illinois. De hecho, el Memorial Regional Hospital de Miami, al que ha acudido la actriz y presentadora española, está considerado como un centro de referencia, siendo el número dos del país en cuanto a pediatría y neonatos.
Allí, Ana García Obregón continúa con todos los trámites judiciales y legales necesarios y pertinentes. Según explica Rosa Conde, en el Consulado español están haciendo parte de esas gestiones, que a veces suelen demorarse hasta un mes. No obstante, la artista podría retrasar su regreso a nuestro país debido al revuelo mediático suscitado.
Debido al costoso proceso, muchos padres y madres recurren a otros países, a veces con menores garantías jurídicas y sanitarias, pero más baratos, como México (donde está permitida legalmente en los estados de Tabasco y Sinaloa), Ucrania -al menos, hasta el inicio de la guerra-, Georgia o Vietnam.
Canadá también es uno de los destinos mejor valorados para acceder a la gestación subrogada, pero su legislación no permite el pago a la "madre de alquiler", lo que hace difícil encontrar mujeres dispuestas a ser gestantes. Los padres deben abonar los costes derivados del embarazo.
Otros países como Rusia, India, Tailandia y Nepal figuraban hasta hace unos años entre las principales opciones, pero prohibieron esta práctica, la limitaron o vetaron el acceso a los extranjeros, lo que propició que otros tomaran el relevo.
Sonia y Javier formaron, con la llegada de Noa y Lucía, una familia feliz gracias a Kristin, estadounidense. Sonia asegura que se trata de "la mujer más importante de mi vida después de mi madre".
Por otra parte, podemos ver a una Kristina rebosante de alegría junto a su pequeño, Mike. Ambos comparten fotografía con Mica, la mujer canadiense que lo gestó.
Les indigna lo que está sucediendo puesto que se está "fomentando un discurso del odio", dice Sonia. "Duele mucho porque hay publicaciones donde se está comparando el nacimiento de tu hijo con la compra de un bolso", lamenta Kristina.
Ambas llegaron a su decisión tras superar un cáncer. Están orgullosas del proceso. "Lo ha hecho de una manera absolutamente libre, informada y consentida", resalta Kristina sobre Mica. Y muy orgullosas también de su familia y del vínculo creado con las mujeres que les han ayudado. "Siete años después, siguen estando en nuestras vidas y seguimos en contacto", explica Sonia.
Elise y Michelle, madres gestantes de Minnesota y California (EEUU), respectivamente, destacan que sintieron emoción al contemplar los rostros de los padres cuando vieron por primera vez a sus bebés y manifiestan que es un acto de amor.
Mientras tanto, Sonia y Kristina piden sosiego y que se les escuche, con el fin de romper los prejuicios.
Los consulados españoles en el extranjero realizaron en 2022 hasta 162 inscripciones de bebés por gestación subrogada, según han indicado a Europa Press fuentes diplomáticas.
Además, desde la entrada en vigor de la reforma de la Ley del Aborto, este año, la gestación subrogada está declarada como una forma de violencia contra las mujeres. También se prohíbe la publicidad de las empresas de intermediación que buscan contactar con familias o personas interesadas en España.
Aunque en nuestro país no es legal, España permite el registro de los hijos de parejas españolas que hayan recurrido a esta práctica en el extranjero. Y, hasta el año 2019, lo hacía por dos vías.
La primera, a través de la instrucción de 5 de octubre de 2010 que recoge que la inscripción "sólo podrá realizarse presentando, junto a la solicitud de inscripción, la resolución judicial dictada por tribunal competente en la que se determine la filiación del nacido". Este es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos.
La segunda es consecuencia del tercer punto de la Ley de Reproducción asistida sobre "la posible acción de reclamación de la paternidad respecto del padre biológico". Esto permite inscribir a un hijo en el Registro Civil con una prueba de ADN del padre, que en los casos de gestación subrogada suele ser el donante.
Hasta el año 2019, este era el recurso que utilizaban muchas embajadas españolas para aceptar la petición de inscripción en el registro civil en países en los que la práctica es legal, pero no se dictan sentencias de filiación, como Ucrania o Georgia. En estos casos, la inscripción se realizaba con una prueba de paternidad a través del ADN.
En febrero de hace cuatro años, España emitió una instrucción que generalizaba la admisión de pruebas de ADN en estos países. Sin embargo, semanas después, la anulaba en un texto en el que, además, advertía de que "perseguirá" a las agencias y establecimientos que ofrecen estos servicios y que se "lucran conduciendo a cientos de parejas a procrear en terceros países mediante esta actividad".