Ana Obregón ¿qué problemas éticos plantea la gestación subrogada?

El anuncio de Ana Obregón de que ha sido madre mediante un proceso de gestación subrogada a sus 68 años ha vuelto a recuperar el debate sobre las cuestiones éticas de que rodean el uso de vientres de alquiler para tener hijos. Hay expertos que niegan que se trate de un proceso de maternidad ya que esta va más allá que la propia gestación. En cualquier caso, todos se preguntan por las implicaciones que afectan a la mujer gestante, la comitente y, sobre todo, cómo afecta a los hijos.

Primer caso de gestación subrogada en 1984

La doctora en Biología, Rocío Núñez Calonge, recuerda en su estudio 'Aspectos éticos de la gestión subrogada' que "el primer caso de gestación por sustitución reportado en el mundo ocurrió en 1984 cuando los óvulos de una mujer sin útero, fueron transferidos al útero de una amiga que dio a luz al niño con el que no tenía ninguna relación genética". 

Según esta experta, el Comité de Bioética de España concluye que todo contrato de gestación por sustitución implica una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor, y por tanto, no puede aceptarse por principio. Aunque la Sociedad Española de Fertilidad ha propuesto pautas para una posible legalización de la gestación subrogada en España, la autora enfatiza la importancia de una deliberación cuidadosa y consideración de todos los factores involucrados en la toma de decisiones sobre la gestación subrogada.

En general, Núñez Calonge sugiere que se necesita un enfoque responsable y deliberativo para determinar en qué casos específicos se debe permitir la gestación subrogada, con un enfoque destinado a proteger los intereses del niño y la madre sustituta.

Algunos de los criterios recogidos por esta experta a favor de la gestación subrogada se basan en la libertad reproductiva y la autonomía de las decisiones, al considerarse que el derecho a la autodeterminación personal permite afirmar el derecho a la elección reproductiva que garantizaría la libre decisión del sujeto a procrear o no, elegir cuándo, con quién y cómo hacerlo.

También se argumenta que negar el acceso a las técnicas de reproducción asistida sería establecer una clase de discriminación que no estaría amparada por los textos internacionales. Además, se menciona que en casos de esterilidad "estructural" que afecta a las parejas del mismo sexo y a los individuos sin pareja, la gestación subrogada podría ser una opción.

Pero también hay importantes posiciones en contra de la gestación subrogada. Núñez Calonge apunta a la explotación de la mujer y la mercantilización del cuerpo femenino, argumentando que la gestación subrogada convierte a la mujer en un objeto y en una mera incubadora para el hijo de otra persona.

También se argumenta que la gestación subrogada puede ser una forma de explotación económica y que las mujeres pueden ser presionadas o coaccionadas para convertirse en madres sustitutas. Además, se menciona que la gestación subrogada puede tener efectos negativos en la salud física y psicológica de la mujer gestante. Otro argumento en contra de la gestación subrogada es que puede ser perjudicial para el bienestar del niño, ya que puede haber problemas de identidad y de vínculo afectivo con la madre biológica. En general, se argumenta que la gestación subrogada es contraria a la dignidad humana y a los derechos de la mujer y del niño.

Problemas relacionados con la ruptura del vínculo 'piel con piel'

Por su parte, Cristina López del Burgo, profesora de medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Navarra, señala a Informativos Telecinco la necesidad de analizar los aspectos éticos de la gestión subrogada no solo desde la perspectiva del hijo, sino también de las dos mujeres que, en este caso están participando en el proceso, la gestante y la comitente (Ana Obregón). En el caso de la madre biológica, Del Burgo señala los efectos por la "ruptura del vínculo entre madre e hijo que traerá secuelas psicológicas para ambos". Un experiencia asimilada al duelo y que puede complicarse dependiendo de la asistencia sanitaria que haya acompañado a su gestación.

Otro aspecto que destaca esta experta son las evidencias, cada vez mayores que, según apuntan los expertos en salud mental perinatal, afectarán al menor al que se va a privar de lo que se conoce como efecto piel con piel, algo que influye en el desarrollo del bebé y que cuando falta puede aumentar el riesgo de algunos problemas de salud relacionados con trastornos del espectro autista, déficit de atención y aprendizaje y problemas a la hora de establecer vínculos con otras personas.

López del Burgo considera también cómo puede afectar esta maternidad para una mujer como Ana Obregón que a sus 68 años se perderá junto a su hijo los fuertes vínculos que se establecen a través de la lactancia. También ha que considerar que las energías de una mujer a esa edad es muy diferente a las que se tienen a los 20 

La duda sobre la libertad de la mujer convertida en vientre de alquiler

Rafael Amo, director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas se pregunta en conversación con Informativos Telecinco por la libertad de la mujer que gesta el bebé subrogado recordando que estamos ante un derecho o principio de autonomía que puede tener límites a diferencia de otros como la eutanasia. Este experto recuerda que el Comité de Bioética de España, en un documento que emitió sobre la maternidad subrogada, se preguntaba si esa mujer era libre o esclava.

Esta duda nos obliga, a distinguir "si la maternidad subrogada se ha realizado de forma altruista o comercial. Si es de forma comercial, es bastante fácil ver que a lo mejor no acude con tanta libertad a prestar su útero para el ejercicio de la maternidad. Es decir, y eso es un gravísimo peligro, que haya personas en dificultades económicas o personas en distintas condiciones que vean en la maternidad subrogada una posibilidad de desarrollarse económicamente o de salir de alguna dificultad. En ese sentido, habría una relación de abuso, y es en el sentido en el que el documento habla de esclavitud", señala el experto.

En el fondo, en esta cuestión, aclara este experto citando a Kant, la clave es "que nadie puede ser tratado nunca como un medio, sino siempre como un fin", ya que "la dignidad de la persona radica precisamente en no ser utilizado como medio". Todo ello le lleva a preguntarse "si la autonomía de la mujer que encarga la maternidad tiene o no límites y, sobre todo, si la mujer gestante, es utilizada como medio y no como fin".