Donar los órganos de tu bebé fallecido es un acto de generosidad inmenso. Seguir con el embarazo durante tres meses a pesar de saber que tu hijo va a morir para donar sus órganos es un acto aún más impresionante. Es lo que han hecho unos padres en el hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Ciencia y generosidad se han dado la mano en este caso de donación de órganos. Fueron los padres, quienes al saber en el sexto mes de gestación que su bebé moriría quienes le dijeron a los médicos del hospital madrileño que querían donar los órganos.
Una ecografía y unas pruebas complementarias habían confirmado que el bebé tenía una malformación genética que es difícilmente compatible con la vida.
Así empezaron tres meses de apoyo y acompañamiento para hacer menos complicado llevar a término ese embarazo. “Emociona muchos ver que unos padres a los que acabas de decirle que su hijo va a morir, venga con la idea de donar y dar sentido a otras vidas”, señala una doctora del Gregorio Marañón.
Durante el parto, el feto fallece como habían diagnosticado los médicos. En ese momento empieza el complejo trasplante de las válvulas cardiacas con un bebé fallecido antes de nacer. Es la primera vez que se hace algo así en España.
Al año mueren en España 2.000 bebés en los días previos o posteriores al parto.