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Se cumple un año exacto desde que el ejército ruso decidiese invadir Ucrania. Un año en el que 17 millones de ucranianos han tenido que huir del horror de su país y en el que más de 8.000 civiles han muerto.
Según la ONU, casi una cuarta parte de la población ucraniana ha tenido que dejar atrás sus hogares y buscar refugio en otro país. Familias enteras abandonaban sus hogares y dejaban en el frente a mucho de sus seres queridos.
España ha acogido a 165.000 ucranianas y ucranianos desde que comenzase la guerra. Nada más comenzar los bombardeos, la solidaridad salió a flote y muchos ciudadanos se ofrecieron para acoger a los refugiados.
La Fundación Madre Trinidad de Sevilla es uno de los lugares que abrió sus brazos para ofrecer ayuda a todo aquel que huía del conflicto bélico. Muchos de estos refugiados llegan a esta fundación sevillana que les acogen hasta que encuentran un trabajo.
Hay que recordar que tan solo un poco más del 10% de todos los ucranianos que han llegado a España han conseguido un nuevo puesto laboral.
Oksana Shkurat es una de las refugiadas ucranianas que llega desde Járkov y que decidió buscar refugio en España. Llegó hace 11 meses hasta la Fundación Madre Trinidad de Sevilla con su hija de siete años y residen junto a otros 14 compatriotas.
Sobre la situación que están viviendo ahora mismo sus familiares y conocidos, Oksana revela que "ahora mismo están más o menos bien porque no están en Járkov. Las noticias ahora mismo sobre mi ciudad son muy malas porque una vez por semana están bombardeándola. Están atacando infraestructuras, en las casas donde vive la gente, está muy mal", comenta Oksana Shkurat.
Esta refugiada ucraniana decidió huir de la guerra a las pocas semanas de comenzar el conflicto. Oksana Shkurat huyó junto a su hija de siete años en un viaje que duró casi una semana: "Primero en coche con mi marido, luego en tren unas 24 horas desde Polonia, luego otros tres trenes desde Polonia y fuimos con un voluntario. Fuimos desde Polonia hasta Barcelona en avión y de Barcelona a Sevilla, también otro avión".
Ahora, Oksana Shkurat ha conseguido comenzar una nueva vida en la capital andaluza. "Me gusta mucho porque en la Fundación Madre Trinidad de Sevilla yo tengo mucha ayuda, muchos documentos con lo que necesito. Me gusta Sevilla, es una ciudad muy bonita", comenta la mujer.
Además, Oksana ha confesado que su hija se ha adaptado a la perfección a la vida en España y, también, ha querido pedir un trabajo ya que, en la actualidad, se encuentra en situación de desempleo.