Circular con el coche con total seguridad es una obligación para todo conductor. La DGT vigila de cerca el cumplimiento de las normas de circulación vial y el buen estado de los vehículos. Sobre este último aspecto pueden recaer multas, a veces, desconocidas para muchos conductores, como por ejemplo, aquellas sanciones por llevar el coche sucio.
Concretamente, un conductor puede ser multado si lleva sucio algunos elementos del coche que impidan circular con seguridad, como los cristales o la matrícula.
La matrícula es fundamental para que los agentes de tráficos puedan identificar un vehículo y a su propietario.
Los cristales es obvio que deben estar limpios para que el conductor tenga buena visibilidad. Pero no solo por llevarlos sucios puede caer una multa. Llevar los cristales con hielo, propio en esta época del año si el coche pasa la noche en la calle, también puede acarrear una sanción.
El hielo en algunas partes de los cristales puede impedir la visibilidad adecuada al conductor. Así que mejor tener siempre en el coche un rascador, los limpias en perfecto estado y con agua y una botella en el maletero por si acaso.
Lo mismo puede pasar si el cristal está muy sucio por otras razones, como caca de pájaro, resina de los árboles o una capa de polvo de meses… Todos elementos que no dejan ver bien.
Siguiendo esta pauta, las pegatinas de la ITV no deben molestar a la visibilidad como tampoco deben hacerlo los distintivos medioambientales.
Las multas por no tener una buena visibilidad pueden oscilar entre 80 y 200 euros. Si los agentes consideran que la infracción es muy grave pueden incluso inmovilizar el vehículo.