Investigadores de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) han identificado una nueva molécula candidata que podría convertirse en un anticonceptivo no hormonal que actúa contra la producción de espermatozoides en los hombres.
Aunque existen métodos anticonceptivos desde hace décadas, casi ninguno se dirige específicamente a los espermatozoides. Muchos investigadores en todo el mundo están desarrollando métodos dirigidos a la testosterona o que interrumpen la capacidad de los espermatozoides para fecundar el óvulo, pero es posible que no funcionen en todos los casos.
Anteriormente, estos científicos ya investigaron opciones anticonceptivas no hormonales, ya que los enfoques dirigidos a la testosterona producían efectos secundarios no deseados.
En concreto, desarrollaron un fármaco dirigido a un receptor específico de la vitamina A y descubrieron que funcionaba como anticonceptivo muy eficaz y sin efectos secundarios. Pero en la formación de los espermatozoides intervienen numerosas proteínas, y explorar múltiples opciones ayudaría a aumentar la probabilidad de que una de ellas llegara a los ensayos clínicos en humanos y, finalmente, al mercado.
Otro conjunto de proteínas que intervienen en el ciclo celular son las quinasas dependientes de ciclinas, o CDK, que desempeñan un papel en la producción de espermatozoides y el desarrollo de tumores. Los ratones sin el receptor CDK2 son estériles, por lo que un fármaco dirigido a esta proteína podría servir como anticonceptivo eficaz.
También tiene potencial como terapéutico contra el cáncer, ya que la inhibición de la enzima ralentizó el crecimiento tumoral en estudios anteriores. Sin embargo, la CDK2 tiene una forma muy similar a la de otras enzimas de su familia, y los inhibidores disponibles en la actualidad tienden a producir efectos no deseados al unirse accidentalmente también a las demás.
Así pues, en este nuevo trabajo, publicado en la revista científica 'Journal of Medicinal Chemistry', los investigadores querían desarrollar un fármaco capaz de inhibir selectivamente la CDK2 para que sirviera como otra opción anticonceptiva.
El equipo descubrió previamente un sitio de unión desconocido en CDK2 y una molécula de colorante disponible en el mercado que se unía con éxito a él.
Partiendo de este colorante, los investigadores analizaron decenas de miles de compuestos diferentes para encontrar otros que también se unieran bien al bolsillo.
Redujeron la lista a sólo tres y eligieron uno para seguir optimizándolo. La mejor versión, denominada EF-4-177, demostró una larga vida media y una buena difusión en los testículos de los ratones. Tras una exposición de 28 días, el recuento de espermatozoides de los animales disminuyó aproximadamente un 45 por ciento.
Además, EF-4-117 se unió con mucha más fuerza al bolsillo de CDK2 que el colorante, lo que lo convierte en el inhibidor de mayor afinidad por este sitio del que se tiene constancia hasta la fecha. Los investigadores afirman que este trabajo demuestra el potencial de este inhibidor para futuras aplicaciones terapéuticas.