El autor confeso de la muerte de su expareja en Marbella (Málaga), Natalia, a la que mutiló y arrojó al mar, aceptó en diciembre una condena de seis meses de prisión por la comisión de un delito de malos tratos sobre esta misma mujer, ahora fallecida. La condena a cárcel fue suspendida por un periodo de dos años con el acuerdo de la Fiscalía, aunque sí se mantuvo la prohibición de comunicación y aproximación a la denunciante, lo que quebrantó para cometer el crimen.
La sentencia por el episodio anterior de malos tratos fue dictada por el Juzgado de Violencia de Marbella y consistió en una condena a seis meses de prisión y otros 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación a la víctima. En diciembre la prisión fue suspendida por un periodo de dos años con el acuerdo de la Fiscalía, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El Juzgado ha dictado ahora el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para este hombre de nacionalidad colombiana por la muerte de su expareja, también colombiana, cuyo cadáver sin cabeza ni manos apareció flotando junto a un restaurante de una playa de la ciudad malagueña el pasado domingo 8 de enero. La familia dijo reconocer el cadáver y alertó de su desaparición.
El autor confeso del crimen está imputado por los delitos de asesinato y quebrantamiento de condena, esto último por el episodio anterior de malos tratos sobre la misma mujer, según el TSJ andaluz, que añade que el pasado mes de diciembre el ahora presunto asesino mostró su conformidad con la sentencia condenatoria.
La víctima y el detenido habían mantenido una relación sentimental de unos cinco meses de duración y, a finales del mes de noviembre, la mujer decidió poner fin a la misma, fecha en la que comenzaron los problemas por la actitud de su expareja. Posteriormente, presentó denuncia en la comisaría por un episodio de malos tratos, según ha informado en un comunicado la Policía, que ha dado el caso por esclarecido.
La publicación en redes sociales del cuerpo mutilado de la mujer flotando en una playa de Marbella alertó a familiares de la víctima, que avisaron a la Policía de que habían reconocido el cuerpo. Fuentes de la Guardia Civil han informado de que las pruebas de ADN han confirmado que se trata de la desaparecida, como sostenía su familia, que alertó de la presunta implicación de su expareja.
El detenido, de nacionalidad colombiana y residente en Marbella, ha sido puesto este jueves a disposición judicial y en su declaración ante la jueza ha reconocido ser el autor de los hechos, como también lo hizo ante la Policía Nacional ante las evidencias que le incriminaban directamente.
La investigación ha permitido la detención de una segunda persona, un amigo del exnovio de la víctima, quien está previsto que pase este viernes a disposición del Juzgado de Violencia de Marbella. El día del crimen, este segundo arrestado supuestamente trasladó en una furgoneta a la víctima --aún con vida-- y a la expareja hasta ir a un enclave de la playa donde tendría lugar el crimen.
La investigación se inició el domingo a partir de una denuncia interpuesta en dependencias policiales por la desaparición de una mujer, víctima de violencia de género. Una hermana dijo reconocer el cuerpo que había sido localizado junto a la orilla por clientes de un restaurante.
En la denuncia, la familia de la desaparecida expuso que esta había recibido amenazas días atrás por su expareja sentimental y que habría quebrantando las medidas cautelares dictadas por la autoridad judicial tras su detención a mediados de diciembre por malos tratos.
La madrugada del 9 de enero, la Policía Nacional estableció un dispositivo tendente a localizar a la expareja de la mujer. Los agentes detuvieron a primera hora de la mañana al sospechoso por su presunta implicación, inicialmente, por un delito de quebrantamiento de condena. Además, registraron los domicilios del sospechoso y de la mujer, interviniéndose diversos efectos de interés para la investigación.
Continuando con las pesquisas, los agentes recabaron diferentes pruebas testificales que situaban a la víctima y a su expareja en un mismo punto de la ciudad.
Los investigadores han realizado una reconstrucción de los hechos en un enclave de la costa de Marbella donde, según declaraciones del autor confeso, acabó con la vida de su expareja y arrojó su cuerpo mutilado al mar.
De esta forma, agentes de Policía Científica han llevado a cabo una inspección ocular sobre el terreno con la recogida de vestigios. Las diligencias han sido decretadas secretas y la investigación continuará para la búsqueda de restos cadavéricos, diligencia que está prevista que se realice conjuntamente por Policía y Guardia Civil.