Seis mujeres han muerto en los primeros días de enero de 2023, tres de ellas ya han sido consideradas víctimas de violencia de género, mientras que otras tres se encuadran por el momento en lo que el ministerio de Igualdad denomina feminicidios por causas sexuales, sociales y familiares, Los datos ha disparado las señales de alerta por lo que se considera un repunte en este tipo de crímenes, pero mientras desde el departamento que dirige Irene Montero se niega con matices este aumento, otros actores implicados señalan que los casos van en aumento y que se trata de un "fracaso" en las políticas destinadas a proteger a las mujeres de la violencia machista.
Uno de los más críticos con el ministerio de Igualdad y sus políticas es Serafín Giraldo Pérez, portavoz de la Asociación Policía h50. Giraldo es inspector de policía y profesor de Centros Docentes y doctorando en derecho penal. Informativos Telecinco ha hablado con este especialista en seguridad sobre la violencia de género y la sensación de alarma social ante la persistencia de este tipo de crímenes contra las mujeres.
Las estadísticas oficiales recogen una disminución de casos mortales de víctimas de genero desde los 71 de 2003 a los 49 de 2022. Pero la realidad parece ser otra con un aumento constante de asesinatos de mujeres a manos de parejas o exparejas. ¿Por qué cree usted que hay esta contradicción entre los datos oficiales y la percepción social de estos asesinatos?
Entiendo que las estadísticas deben interpretarse de otra forma. Si apreciamos los datos vemos una constante y es la muerte de entre 50 a 70 víctimas todos los años. Siempre ha existido esa variable. Lo cual supone un fracaso en las políticas de violencia de genero. No han bajado de 2003 a 2021, han mantenido esa constante. En base a ello podemos predecir que este año se mantendrá esa constante, entre 50 y 70 víctimas.
La violencia de género es una lacra que no parece tener fin y eso a pesar de que en estos 20 años casi se han rebajado a la mitad las muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas.
Reitero que no se han rebajado las muertes, se han mantenido constantes en esos datos antes indicados. En el año 2010 por ejemplo existieron 73 víctimas, en 2012 bajaron a 52 víctimas, pero en 2015 volvieron a subir a 57, en definitiva, la variable a reseñar es la constante en víctimas que determina el fracaso en las políticas de género.
La lacra está presente y continúa año tras año, dentro de unos parámetros. Esos titulares de “diciembre negro” son poco afortunados, todos los años han sido negros. Todos los años han muerto un mínimo de 50 víctimas, este año 49 para ser exacto. Fracaso tras fracaso en las políticas destinadas a mitigar la lacra.
¿Por qué cree usted que las políticas gubernamentales contra la violencia de género han fracasado? ¿Hay otros elementos que puedan estar participando también en esta derrota como puede ser la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o el trabajo de jueces y Fiscales a través de las sentencias?
No se puede explicar desde una sola causa, posiblemente tengamos que acudir a factores sociales, psicológicos y de seguridad. Así se puede explicar un delito.
En el factor que me atañe, la seguridad, los policías tienen sensibilidad de género, palabra muy usada por los políticos. Son los primeros que reciben a la víctima, la atienden, la cuidan y protegen. Reciben cursos de forma constante y están especializados en la materia. Su formación, y yo me dedico a ello, no solo es jurídica sino también psicológica. Son profesionales que se han especializado y hablo desde un punto de vista objetivo, la formación está acreditada, es fáctica, tangible, los cursos están ahí y son continuos. Con los jueces, ocurre lo mismo, existen juzgados especiales para llevar este delito.
Los que no tienen acreditación en la formación son los políticos, muchos no han visto a una víctima en su vida, no saben cuál es su problema, nunca la han mirado a una víctima a los ojos a las dos de la madrugada cuando acude a una Comisaría golpeada y con miedo. La actuación policial se ajusta estrictamente a protocolos y las sentencias de los jueces a leyes. ¿La actuación política a qué se ajusta?, ¿tienen acreditada su formación? ¿conocen las leyes? ¿cuántas víctimas conocen? ¿a cuantas han visto llorar o tener miedo?
Necesitamos más profesionales y menos políticos con su demagogia y manipulación. Se necesitan gestores, profesionales en la gestión de recursos. No han existido. Es curioso ver las proclamas y las acusaciones entre partidos llamándose “machistas”, “ultrafeministas” … u otras lindezas. Ese es uno de los problemas.
A lo largo de los últimos 10 años en los que hay estadísticas oficiales vemos cómo los casos de violencia de género han ido disminuyendo hasta estancarse en torno a los 50 asesinatos al año al tiempo que las denuncias previas por parte de las víctimas a sus maltratadores han ido en aumento, lo que nos lleva a pensar que, si bien las mujeres expuestas a esta violencia de género están confiando en el sistema, el sistema les está fallando al no protegerlas tras denunciar. ¿Por qué cree usted que no estamos sabiendo proteger suficientemente a las mujeres que denuncias previamente a sus agresores? ¿cree que falla la ley y su obligación de proteger a las víctimas? ¿Faltan medios, policías, sistemas de aviso o prevención?
Fíjese, es tal el fracaso que le puedo dar los titulares para el 2023. Son estos: morirán entre 50 y 70 víctimas, aumentarán las denuncias, aumentarán los recursos económicos destinados a la prevención de la lacra y entre un 40 y 50 % de las víctimas habían solicitado ayuda. Es tan real como cruel. Son los titulares del fracaso. Titulares que se repiten año tras año.
Es brutal, tremendo lo que pasa con este delito. Las denuncias alcanzan niveles desorbitados.
Vamos a analizar la situación y los agentes sociales que rodean a la violencia de género, para tratar de entender el problema y sacar nuestras conclusiones.
Una de las últimas propuestas va en la dirección de alertar a las mujeres sobre la peligrosidad de la pareja a la que están conociendo, algo que los fiscales rechazan de plano en España. Sin embargo, en países como Estados Unidos y los casos de pederastia, la Policía alerta al entorno social de los condenados por este delito de su presencia. ¿Cree usted que sería posible en España alertar a las mujeres de que están conociendo a un hombre con antecedentes por violencia de género? ¿Serviría para reducir los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas? ¿Es usted partidario de usar más pulseras telemáticas?
Es una polémica mediática que me ha llamado mucho la atención, es absurdo. Ya existen desde 2021 y mediados 2022 dos instrucciones para ello. No entiendo la polémica cuando ya se vienen realizando. Son las Instrucciones 8/2021 sobre agresores persistentes y la 11/2022 sobre casos resistentes, ambas de la Secretaría de Estado para la Seguridad (S.E.S) en relación a víctimas que van de maltratador en maltratador. Ya se avisa a la víctima y también a su abogado e incluso se pueden pedir medidas judiciales en estos casos. La polémica no existe cuando no se dan datos precisos que vulneren la intimidad. Se advierte de un posible peligro que pude correr, tanto a ella como a su abogado. Es absurda la polémica actual.
Un elemento curioso en el análisis de las estadísticas oficiales sobre la violencia de género desde 2003 hasta hoy es la marcada tendencia negativa en el caso de agresores que se intentan suicidar (lográndolo o no). ¿Cree usted que, a pesar de la enorme presión social existente sobre este tipo de crímenes, los hombres se sienten cada vez menos culpables de haber intentado o matado a sus parejas? ¿Podemos hablar de una especie de bumerán ideológico, y ahora se reafirman en la idea de que son ellos las víctimas?
No tengo datos, ni nadie los tiene de los suicidios por esta causa. De los intentos reales, de los falsos suicidios, me hace gracia la palabra “suicido ampliado” cuando en muchos casos son asesinatos. No utilizamos correctamente los términos. Es otra critica que podemos hacer al sistema. Faltan datos. Tenemos solo de denuncias, agresiones y víctimas. Pero faltan datos precisos de menores agredidos y sus agresores, recuerdo que los menores son también muy vulnerables, posiblemente los más vulnerables en un hogar, dado que carecen de capacidad de defensa. Faltan datos de origen, procedencia, cultura, destino de víctimas y autores. No se trata de señalar, repito para que se me entienda, no se trata de señalar, se trata de conocer, repito otra vez, de conocer a fondo el problema para afrontarlo. Para atacarlo de raíz, para conocer los sectores más propensos y vulnerables a la violencia doméstica y de género.
Desconozco si desde las Instituciones o desde el Gobierno se han puesto en contacto con ustedes para recoger ideas en esta lucha. Porque lo cierto es que están en contacto real diario con todo tipo de delitos y delincuentes y poseen una visión de conjunto del sistema con sus aciertos y fracasos. En lo que a la violencia de género se refiere ¿Qué cree que habría que hacer o cambiar para reducir estas cifras? ¿más penas? ¿más medios? ¿protocolos más eficaces desde las primeras denuncias o indicios? ¿mejorar la protección de las víctimas con más ayudas para que puedan alejarse e independizarse de sus agresores?
Como representante de una Asociación policial (h50) he de pedir más medios. Sabe usted que hay provincias en España con un policía que debe asistir a más de 100 víctimas, está denunciado por los sindicatos. El policía que asiste solo a 20 víctimas es afortunado dado que la prestación y ayuda es mayor. Es tremendo.
Déjeme que exponga algo como posibles ayudas a solucionar el problema
7.- Finalmente, ¿Tenemos los mismos datos de violencia de género o menos que otros países?
Los delitos, la delincuencia no tiene fronteras físicas como tienen los países, sus fronteras son culturales.