Orgulloso de su legado y de todo lo que hizo y consiguió por la donación de médula en nuestro país, Paco Ráez, el padre de Pablo Ráez, recuerda hoy todo lo que logró su hijo para intentar ayudar a los demás y “transmitir que la vida es un regalo cada instante”, que se pasa y que hay que disfrutarla. Como Elena Huelva, influencer sevillana de 20 años fallecida este martes 3 de diciembre por un sarcoma de Ewing, Pablo, que padecía leucemia, también hizo de su enfermedad una causa en las redes sociales.
Ambos, como recuerda hoy Paco Ráez ante las cámaras de Informativos Telecinco, transmitieron a los jóvenes ese impulso de “no rendirse”, de “intentar que la vida se viva con intensidad”, desde el amor, y ayudándonos entre todos.
“Es un legado”, dice hoy recordando todo lo que han hecho y la fortaleza con la que se han expresado.
En el caso de Pablo, el malagueño, que falleció a los 20 años el 25 de febrero de 2017, con su inolvidable lema ‘Siempre fuerte’, visibilizó su leucemia desarrollando una valiosísima campaña para la donación de médula ósea. Su impacto y su repercusión fue tal que, de hecho, logró que se multiplicasen las donaciones.
Se dispararon un 1.300%, y aunque “ahora han decaído”, todo lo que logró aún hoy tiene impacto: “Ojalá sirva a mucha gente y sigan donando médula. Gracias a Pablo cambió el concepto de donación”. “Ya se ha llegado a medio millón, que es muy importante. Él tenía el reto de un millón, y poco a poco se conseguirá, pero ese medio millón ya son de gente joven, de menores de 40, que se cambió la normativa. Dio visibilidad a la donación de médula. Ya nadie se pregunta qué es la donación de médula”, explica Paco Ráez.
Hoy, “Pablo sigue con sus mismos seguidores, tanto en Facebook como Instagram”, y su padre cuenta que “hay gente que sigue interactuando con él” y “lo buscan como referente”.
“En mi vida cotidiana me encuentro gente que me agradece la fuerza que Pablo les transmitió. Y para mí lo más importante es que su generación ese ‘Siempre fuerte’ lo lleva agarrado y son los que nos tienen que sacar de las cosas que nos vengan, que nos vendrán cosas y son ellos los que tendrán que sacarnos con ese espíritu”, expresa Paco.
Ese es el mensaje tras toda la fortaleza que nos demostraron tanto él como Elena Huelva: “No rendirse y vivir. Todo el tiempo, cada instante que estás vivo es un disfrute y, dentro del dolor y los momentos bajos, también hay que equilibrar con positividad y con alegría por los momentos que estás, por compartir con tu familia, y también para los familiares, que son los grandes olvidados de las enfermedades. La vida continúa, hay que vivir en el agradecimiento y la gratitud”, afirma el padre de Pablo.
“No hay más, somos muy afortunados los que estamos aquí, de haber disfrutado yo de mi Pablo, y todo el mundo de su familia. Y ojalá el mundo vaya con más corazón, que es lo que creo que falta en este tiempo”.
Alentando a “hacer el mundo un poquito mejor”, cuenta que su hijo, como nativo digital, encontró en las redes sociales su manera de comunicar; de “transmitir lo que siempre se ha transmitido cuando se llegan a estos momentos de la vida: que se pasa, que hay que disfrutar y que la vida es un regalo cada instante”.
“Empezó por su manera de ver la vida y el aburrimiento un poco porque no conocen otra manera de expresión. Al final, los que están en ese lado todo ven lo mismo: que se mueren, que la vida es un regalo y que nos perdemos en un montón de tonterías que no son necesarias, que el amor es lo que tiene que mover al mundo y que desde ahí todo es mucho mejor. El amor a uno mismo, que al final, tanto pablo como Elena lo que han demostrado es que se querían. Aunque no han salvado su enfermedad sí han sanado su alma”, subraya.
Hoy, como el 'Mis ganas ganan' de Elena Huelva, aquel ‘Siempre fuerte’ de Pablo Ráez “es un icono”: “Todo el mundo dice ‘Siempre fuerte’ y no es pena, es fuerza, es bondad y amor. Creo que su símbolo de ‘Siempre fuerte’ queda reflejado y asociado a Pablo, y a todo el que lo quiera usar, que es de su generación, al fin y al cabo”, finaliza Paco.