La familia de Sandra Bermejo, la psicóloga madrileña de 32 años que desapareció el 8 de noviembre en el Cabo de Peñas (Principado de Asturias), está "rota" de dolor. Las autoridades han confirmado que el cuerpo hallado el pasado 23 de diciembre en las inmediaciones de aquel lugar pertenece a la joven. "La Policía Nacional les ha comunicado este mediodía que el cotejo de ADN ha revelado que los restos humanos corresponden a ella. Ha caído como un jarro de agua fría. Ellos estaban dejando de lado que pudiera tratarse de Sandra", ha explicado en Informativos Telecinco Joaquín Amills, presidente de la asociación SOS Desaparecidos.
La familia de la psicóloga madrileña, tras una intensa búsqueda, ponen fin a la agonía de no encontrarla, pero quedan muchas incógnitas por resolver. "No tenemos resultados de la autopsia, va a ser interesante conocerlos. Creo que todo refuerza lo que pensábamos desde el primer día: que Sandra no se suicidó. Es necesario seguir la investigación para saber qué personas estaban con ella y de quiénes eran esos dos coches que estuvieron toda la noche con ella, este será el camino a partir de ahora", ha agregado Amills.
El presidente de SOS Desaparecidos asegura que "hay un dato preocupante" respecto al hallazgo del pasado día 23: "Donde aparece el cuerpo de Sandra es un lugar que está a una distancia bastante considerable del Cabo de Peñas, pero en el sentido contrario a la marea. Es decir, todo el mundo sabe que las mareas van hacia el Golfo de Vizcaya, y el cuerpo apareció en dirección opuesta. Habrá que saber por qué, cómo pudo llegar hasta ahí, si es que estuvo cerca de este lugar por la mañana o de madrugada... Hay muchas preguntas".
Amills asegura que "el tiempo no jugaba a favor, a medida que iban pasado los días", ya que las posibilidades de encontrarla con vida se iban reduciendo. "Nosotros pensábamos que pudiera ser que Sandra estuviera en el mar, pero no por suicidio y ni siquiera creo que por un accidente", destaca el presidente de SOS Desaparecidos. "Por supuesto, antes que tener a una persona desaparecida eternamente, a veces es preferible cerrar el duelo, por triste que sea. Y más en estas circunstancias, donde no se contempla una desaparición voluntaria. Que se hubiera marchado porque quería era imposible, al igual que un secuestro. Solo quedaba un final trágico. La forma de paliar el dolor es saber la verdad de lo que sucedió", precisa.
La asociación y la familia siguen sin contemplar la idea del suicidio: "Igual que no creemos en una desaparición voluntaria, tampoco creemos que fuera un suicidio. Gente que conoce a Sandra, e incluso profesionales del campo, aseguran que no reunía el estado de una persona que quisiera quitarse la vida. No. Una persona no se levanta por la mañana y dice que se va a suicidar. Se trata de alguien que atraviesa una serie de circunstancias determinadas. Ni siquiera que estés bajo de ánimos significa que puedas pensar en quitarte la vida. Todos pasamos por bajones a lo largo del año, pero esto no quiere decir que vayamos a pensar en quitarnos la vida".
Desde SOS Desaparecidos habían difundido estos días una imagen en la que aparecía una mujer de espaldas en el Cabo de Peñas. Tras la confirmación de que el cuerpo era de Sandra, es un dato a tener en cuenta, según Amills: "La foto es muy relevante, porque la cantidad de difusión que ha tenido ha sido tan grande que es significativo que nadie nos haya llamado para decir 'esa soy yo'. Y ante esto hay dos cosas: una, que sea Sandra, cosa que dudo y otra, que se trate de alguien que no quiere manifestar su identidad, quizás porque esa noche estaba con Sandra".
Las autoridades también han barajado la posibilidad de un accidente, pero Amills no lo tiene claro en este sentido: "He estado en el sitio donde se tomó la foto que hemos difundido y no es un lugar peligroso, aunque lo parezca. Hay distancia en el acantilado. Cabe la posibilidad de un accidente, sí, pero ¿en qué condiciones? ¿Quién estaba con ella? ¿El accidente de qué forma se produjo? ¿De madrugada? ¿Había más gente con ella? ¿Se formó un grupo de gente aquella noche? Habrá que investigar mucho".
El presidente de SOS Desaparecidos hace hincapié en seguir la pista de los dos coches que fueron vistos junto al de la psicóloga la noche del 8 al 9 de noviembre. Un grupo de pescadores vio a los tres vehículos estacionados juntos, algo que les sorprendió al ser un hecho "inusual". "No sabemos a qué hora se fueron estos coches. El de Sandra se localizó el día 11, tres días después. Es un caso que son todo casualidades que van surgiendo. También está el asunto de la Luna de Sangre de aquel día, entre otras cuestiones. Cuando tienes un caso delante y todos son casualidades es muy difícil", sentencia Joaquín Amills. La familia de Sandra Bermejo, afincada desde hace dos años en Gijón, llora su pérdida. Piden saber con exactitud qué ocurrió.