Los padres de Fernando, el menor hallado muerto en un vertedero de Toledo, han podido confirmar que la identidad de su hijo gracias a un tatuaje. La familia no se cree que el joven muriera accidentalmente y niega el ajuste de cuentas. Pedirán una segunda autopsia, mientras siguen desesperados por encontrar al primo de Fernando, de 11 años, a quien ya buscan en la planta de residuos.
Lo han reconocido porque la madre ha llevado una foto de Fernando con "un tatuaje que tenía en el brazo", según ha explicado Juan José Cortes, padre de Mari Luz Cortés, que ha arropado a la familia en esta jornada tan dura.
La familia de Fernando pedirá una segunda autopsia, ya que la primera no es concluyente. No se ha esclarecido esa asfixia no mecánica y no criminal y se desconoce si se investiga la implicación de un tercero. La familia niega tanto el accidente como un ajuste de cuentas o problemas entre familias.
Mientras siguen buscando al otro primo, Ángel, de 11 años, que desapareció con Fernando, de 17. La familia reclama "que ponga el Estado todos los medios disponibles, igual que lo han hecho en otros casos", ha comentado Sinaí Jiménez, presidente de la Sociedad Gitana Española.
La clave está en saber qué hicieron los dos niños los dos días que estuvieron en Toledo hasta que, según la autopsia murió Fernando.
Lo cierto es que la actividad del vertedero donde apareció Fernando está paralizada desde este martes. Demasiado tarde porque, desde el jueves que apareció Fernando se ha seguido acumulando residuos. Hay mucho que retirar. Una ardua tarea la que tienen los investigadores en el vertedero de Toledo.