Rescatan a un mastín encadenado a un poste en Granada durante toda la borrasca: está desnutrido y no se tiene en pie

La crecida de los ríos, las inundaciones y las fuertes lluvias que ha dejado el temporal de esta semana ha obligado a llevar a cabo distintos rescates por toda España. Con riesgo y esfuerzo, los equipos de Emergencias consiguen llegar hasta las zonas inundadas de varias provincias como la de Cáceres.

Lo peor ha pasado ya en Extremadura, pero en otra comunidad, en Andalucía, hoy viven su último día en alerta por el temporal. Efraín se aleja de Cádiz, donde esta borrasca también golpeó de lleno.

El rescate de un mastín que ha pasado atado a un poste durante toda la borrasca Efraín

Los rescates no solo se han llevado a cabo para salvar a personas. También, varios voluntarios y trabajadores del servicio de Emergencias se han puesto manos a la obra para poner a salvo a los animales que, también, se han convertido en víctimas de este temporal.

Un ejemplo se ha vivido en Granada donde se ha celebrado un final feliz para una semana de infierno. Un mastín ha sido rescatado tras ser encontrado totalmente desnutrido, totalmente deshidratado y casi no se tenía en pie.

El animal ha pasado toda la alerta por borrascas atado a un poste. Por eso, lo han rescatado y, ahora, con una perdida de peso notable, busca un hogar para recuperarse y encontrar el cariño que no le han dado en esta trágica semana de lluvias. 

Otros rescates y más daños que ha provocado la borrasca en España

Sorprendidos por la repentina crecida del arroyo que trataban de cruzar en su coche en Jaén. Son las consecuencias de los últimos coletazos de la borrasca Efraín.

Las crecidas por tanta lluvia se hacen visibles en el Guadalquivir que ha multiplicado por 20 su caudal. En los pantanos andaluces ese aumento apenas se nota, aunque en La Viñuela en Málaga, cualquier incremento es bien recibido.

Efraín ha puesto a más de 30 provincias en alerta, una persona ha fallecido y los daños en lugares como Extremadura o parte de Andalucía son aún incalculables. En El Portil en Huelva, la borrasca se ha comido 200 metros de playa. Por eso, los propios vecinos se han organizado para colocar varios bloques de piedra.