El padre de las niñas asesinadas por su madre, una guardia civil de 42 años, en Quintanar del Rey, Cuenca, ha acudido al cuartel donde ha sucedido la tragedia. Roto de dolor se le ha visto salir del lugar acompañado de su hermana, que no podía contener las lágrimas. Habrá que esperar a la investigación para saber qué ha llevado a la agente a cometer el terrible crimen. Por ahora solo ha trascendido que no tenía antecendentes de baja psicológica.
Familiares y allegados acompañaban al padre de las niñas asesinadas, de 9 y 11 años, a su salida del cuartel de la Guardia Civil de Quintanar del Rey, donde sus hijas vivían con su madre, una agente en activo.
Ninguno, pero especialmente la tía de las pequeñas, podían contener las lágrimas.
Todo apunta a la que la agente, de 42 años, habría disparado a sus hijas a primera hora de la mañana y después se habría suicidado. Fueron sus compañeros quienes al escuchar las detonaciones acudieron a la vivienda de la mujer, dentro del propio acuartelamiento.
Al llegar las ambulancias, nada pudieron hacer por salvar la vida de las niñas, ni de su madre.
La propia unidad judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación.
La agente no tenía antecedentes de baja psicológica. Y, aunque estaba separada del padre de las niñas, la relación entre ambos era buena, señalan algunas fuentes en Quintanar del Rey, un pueblo de apenas 7.500 habitantes. Algunos allegados de ellas aseguran que quería volver a Algeciras, su tierra natal.
El Ayuntamiento de Quintanar del Rey ha decretado tres días de luto por el asesinato de las niñas.