La borrasca Efraín, en las últimas horas, se ha cebado sobre todo con la provincia de Badajoz. Allí, la enorme tromba de agua ha desbordado ríos, ha destrozado carreteras y ha anegado centenares de casas. Algunos vecinos han salvado la vida por los pelos. “Un poco más y la arrastra”, dice una mujer. Más de 200 vecinos han pasado la noche fuera de sus viviendas aunque esperan poder regresar a lo largo del día de hoy.
La peor parte de las lluvias torrenciales se la ha llevado la localidad extremeña de La Roca de la Sierra. Allí han caído más de 80 litros por metro cuadrado en 10 minutos, una cantidad de agua inasumible para el arroyo que pasa por la localidad.
En unos minutos en este pueblo de Badajoz se inundaban decenas de casas. Casi medio centenar completamente anegadas. El agua y el barro han llegado en muchas de ellas hasta casi el techo.
María Luisa, una vecina, ha regresado a su casa aún con el miedo en el cuerpo. “Tuve que poner una silla y saltar por arriba por la compuerta, qué susto”. “Por poco más y la arrastra”, cuenta su vecina.
La fuerza del agua ha dejado en la comarca un panorama desolador. Los vecinos llevan horas limpiando barro, achicando agua y tratando de poner un poco de orden.
Cientos de personas han tenido que pasar la noche fuera. No les ha quedado otra debido a la crecida del río Guadiana, en niveles que muchos no habían visto nunca antes. La mayoría espera poder volver a lo largo del día de hoy.
Pero no solo en Badajoz ha llovido de forma brutal. En varios pueblos de Zamora se han formado tremendas balsas de agua que han anegado las calles y que han complicado circular por algunas carreteras.
Con tractores, los vecinos de San Marcial construyen diques para frenar el avance al agua.
Hacen todo lo que pueden para reducir al mínimo los daños. Aquí el agua en algunas casas h llegado hasta 20 ó 30 centímetros.
Y lo peor es que hoy se esperan nuevas lluvias.