Amalia, la chica a la que un taxista salvó en Benidorm de un hombre que la seguía: “¿Por qué tengo que ir con miedo por la calle?”

Amalia tiene 22 años y estudia medicina. Hace unos días contó en redes cómo un hombre la siguió por la calle en Benidorm y cómo un taxista la ayudó. Algunos la han criticado porque ella realmente no sabía qué intenciones tenía ese hombre. “Es cierto”, dice, “pero no entiendo por qué tengo que aguatar ir con miedo por la calle”.

Amalia, entre práctica y práctica de su último curso de medicina explica al teléfono, que solo quiere que su experiencia sirva para que otras chicas vayan atentas por la calle. “Mi madre siempre me ha dicho que no vaya sola, sobre todo si es por la noche y, aunque suelo coger un taxi si es de madrugada siempre intento hacerme la valiente”.

La sigueron en una zona tranquila de Benidorm un domingo por la tarde

El pasado domingo solo eran las 19.30 horas de la tarde. Amalia volvía a su casa desde una zona muy concurrida de Benidorm, llena de pubs, hoteles y turistas. “Soy muy observadora y me percaté de que un hombre me seguía. Sentí miedo y llamé a mi madre. Es lo que hago cuando tengo algún problema porque las madres tienen solución para todo, siempre”, ha contado.

Amalia cogió un taxi para subir una cuesta de 300 metros

Amalia pensó que ir hablando por teléfono era una buena idea. Su madre, como ella esperaba, le dio una solución mejor: le dijo que volviera a bajar a la zona más concurrida y cogiera un taxi, aunque estaba a solo 300 metros de su casa. Eso hizo.

Cuando iba en el taxi de Juan, ambos se dieron cuenta de que el hombre seguía merodeando por la zona. De hecho, estaba siguiendo a otra chica. Juan paró el coche y entre los dos la convencieron para que se subiera. “Ella iba con el móvil y no se había dado cuenta de que el tipo la perseguía”.

Amalia agradece la inestimable ayuda de Juan que no les cobró y esperó a que ambas jóvenes, vecinas de portal, entraran en casa.

La reacción en redes sociales

La joven ha recibido algunas críticas en redes porque desconocía las intenciones del hombre. “No sé si quería robarme, agredirme o seguirme simplemente por morbo… no se sus intenciones, ni quiero saberlas, eso me da igual pero no entiendo por qué tengo que aguantar eso por la calle…por qué tengo que ir con miedo”, sentencia.

La otra chica se ha puesto en contacto conmigo “para darme las gracias. Me ha dicho que no se había dado cuenta de que la seguían y que sabe que podría haber acabado mal”.  Amalia solo quiere que “otras chicas vayan atentas por la calle, aunque sea muy triste tener que ir así”. 

Amalia asegura que la próxima vez que vaya a Benidorm, donde pasa sus vacaciones, irá en taxi o acompañada pero nunca más subirá sola a su casa si es de noche.