La rapidez de actuación de varios testigos del ataque de un perro a una niña de 11 años en una calle de Londres ha sido providencial para ponerla a salvo y evitar un desenlace fatal como el que sufrió recientemente una mujer de 54 años que fue hallada muerta con su cuerpo “parcialmente devorado” por sus mascotas, también en Reino Unido.
En este caso, los hechos tuvieron lugar concretamente en Johnson Road, Tower Hamlets, en East London, a primera hora de la mañana del pasado miércoles. Fue allí donde una menor que se encontraba en la zona fue repentinamente atacada por un can que no dejaba de morderla. Afortunadamente para ella, en la zona también se encontraban varios transeúntes, alguno de los cuales dejó atrás su perplejidad y el miedo para sin dudarlo dos veces interceder y cargar contra el animal para agarrarlo y, tirando de él, intentar que dejase a la niña.
Pese a los reiterados intentos de frenar el ataque, el animal persistía y no fue hasta la aparición de un taxista, ahora aclamado en las redes, cuando la situación daría un giro.
Concretamente, este hombre, que justo pasaba por el lugar en ese momento con su vehículo, salió de su interior y se apresuró a ayudar a otro transeúnte que intentaba alejar sin éxito al animal. Fue entonces cuando decidió volver al taxi y, cogiendo un bate del coche, utilizarlo para amedrentar al perro y provocar que se marchase.
Tras golpearle en sucesivas ocasiones, finalmente, consiguieron rescatar a la niña, que fue trasladada de urgencia en el hospital para ser tratada por una mordedura que sufría en su mano, dejándole unas heridas que, según informa Daily Mail, “podrían cambiarle la vida”.
Cuando las autoridades, alertadas del suceso, llegaron a la zona, el taxista, junto a otro transeúnte, ya habían liberado a la menor. Además, el dueño del perro no se encontraba en la zona porque, lejos de ayudar e intentar parar al animal, se marchó rápidamente de allí.
“No hay arrestos en este momento. Las investigaciones están en curso”, ha dicho la policía.