España se ha convertido en un país con los mayores problemas de sueño. Este problema, que puede llegar a causar graves trastornos, afecta a un 30% de los españoles, lo cuales admiten no descansar bien, así como otro 10% confirman tener problemas con el sueño. Para solucionarlo muchos de ellos optan por remedios más naturales como la valeriana o productos químicos, como los somníferos. Siendo España la cabeza mundial en la venta de este tipo de productos. Para acabar con esto, el PSOE ha decidido presentar en el Congreso de los Diputados una ley que tome las medidas necesarias para mejorar el descanso de los españoles.
Este tipo de trastornos viene derivado principalmente a la escasez de especialistas en trastornos de sueño en los hospitales, ya que esta medida no está contemplada como una especialidad en la carrera de medicina. Por ello, la mayoría de españoles ante esta situación recurre a benzodiacepinas, situando a España como líder en la venta de pastillas para dormir, seguido a mucha distancia de Bélgica que se encuentra en segundo lugar.
El número de casos relacionados con trastornos del sueño se ha disparado en los últimos años, aunque desde 2012 tiene un tendencia positiva. Esta aceleración de la curva viene dada desde 2019, mayormente por la pandemia de coronavirus, la cual creó grandes miedos entre la población, sobre todo por temas derivados del trabajo, salud y el futuro. Temas que hoy también están muy presentes.
De media, los españoles duermen 7,1 horas diarias, lo que está dentro de las horas de sueño mínimas, la cual para un adulto es de 7 a 8 horas, pero en muchos casos esta cifra queda alejada de la recomendada suponiendo un impacto negativo enorme en nuestro cuerpo si mantenemos un privación prolongada.
Por un lado, una mala rutina de sueño puede provocar serios problemas en nuestra memoria y cognición, ya que este afecta directamente a nuestra capacidad de retener y aprender nueva información. Además, durante el sueño el cerebro manda construir conexiones neurológicas, un factor clave tanto en la memoria como en la cognición.
Por otro lado, también provoca graves problemas de salud mental a las personas tales como la depresión o la ansiedad, los cuales también fomentan los problemas de sueño. Estos se convierten en un ciclo negativo de insomnio que debe de ser resuelto para poder descansar bien.
Además, este también afecta a nuestro sistema inmunológico. El sueño es fundamental para un correcto funcionamiento del sistema inmunológico. La falta de sueño altera fácilmente este, provocando una peor respuesta ante infecciones que generalmente se controlarían fácilmente.