El Juzgado de Menores 6 de Barcelona juzga hasta el jueves a puerta cerrada a cuatro jóvenes por presuntamente acosar y violar a un compañero con Asperger en el patio de un colegio de Vallirana (Barcelona) en 2018. Su madre, Pilar Joan, ha destacado que la víctima, que aún es menor, se encuentra en un estado postraumático y este verano ha sufrido depresión. "Está muy nervioso porque quiere que se lo crean", ha dicho.
La madre del menor, que sufrió acoso por parte de otros jóvenes en su colegio, ha destacado que en el momento que ocurrieron los hechos estos "sabían lo que hacían" ya que tenían 14 años. Asimismo, ha señalado que "nuestra satisfacción es que el vea que hemos luchado" ya que "nos han quitado lo más importante que es la salud mental y física".
Por su parte, el abogado Juan Manuel Ruiz, que ejerce la acusación particular del caso, ha explicado a Europa Press que los hechos sucedieron cuando la víctima tenía 13 años, y que "estuvo sufriendo acoso y recibiendo insultos durante un tiempo indeterminado durante 2018" por parte de varios alumnos de la escuela un año mayores que él y que ya son mayores de edad.
Ruiz ha explicado que los hechos "fueron a más" el 28 de octubre, el 5 de noviembre y el 6 de noviembre de ese mismo año, cuando un grupo de cuatro alumnos presuntamente abusaron y agredieron sexualmente a la víctima.
La acusación particular pide cuatro años de internamiento en régimen cerrado por un presunto delito de integridad moral, dos presuntos delitos de agresión sexual con acceso carnal y un presunto delito de violación, mientras que el fiscal pide tres años de internamiento por un presunto delito de integridad moral y dos de agresión sexual.
"En la legislación de menores, cinco años de internamiento es la máxima pena que se puede pedir, y se pide cuando hay delito de asesinato. No podemos pedir más, estoy limitado por la propia legislación", ha explicado el abogado.
Ha asegurado que la familia está "muy disgustada" porque, aunque los hechos sucedieron en el patio de la escuela, no se siguieron los protocolos antibullying y se intentaron ocultar todos los hechos.
"Antes de que los padres supieran nada, hubo una reunión con varios profesores, miembros del claustro y dirección, y le dijeron al niño que no dijera nada, que era mucho mejor", ha lamentado Ruiz, por lo que han intentado hacer responsables penales a la escuela, pero Fiscalía de Menores no lo ha aceptado, aunque sí que la escuela aparece como responsable civil.
Por su parte, al preguntar al colegio sobre los hechos, se han negado a hacer declaraciones hasta que se celebre el juicio oral.
El abogado ha explicado que la familia se enteró de los hechos durante el mes de diciembre de 2018, porque el menor "estaba muy raro, no quería ir al colegio ni al fútbol, mientras que antes de los hechos estaba súper contento".
Ruiz ha añadido que el menor ya declaró --acompañado de un equipo de psicólogos-- para no tener que comparecer en el juicio: "Él no declarará en el juicio para no estar solo ante extraños. Al padecer Asperger tiene déficit de comunicación y dificultad para relacionarse con las personas. Su declaración con los psicólogos está grabada para emitirla durante el juicio".
Asimismo, Ruiz ha manifestado que se han realizado pruebas periciales para ver si la víctima "tiene capacidad de mentir o no, aunque todos los informes son concluyentes y aseguran que él hace un relato frío, totalmente creíble y desprovisto de rabia hacia los agresores". "Confiamos en que todas las pruebas periciales son lo suficientes contundentes para demostrar que Sergi no miente. Hay informes psicológicos y de forense que tienen peso", ha aseverado.
También ha explicado que la víctima "lo que más quiere es que le crean, su única preocupación es si le van a creer o no, le dan igual las penas".