Última jornada del juicio de un caso enrevesado y surrealista: el del parricidio de Vilanova y la supuesta inductora de asesinato. Hoy los acusados, Alba e Ismael, podían tomar la palabra y dirigirse al jurado. Ella ha preferido no hacerlo, pero él si se ha defendido asegurando que sabe distinguir entre delirio y realidad.
La defensa de Alba A.V., la acusada de manipular a su amigo Ismael.M.S, con esquizofrenia paranoide, para que matara a su propio padre en junio de 2019 en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), ha señalado que aprecia "distorsiones" en el relato que da el parricida confeso.
En la última sesión del juicio con jurado popular celebrada este lunes en la Audiencia de Barcelona, el abogado de A.A.V. ha destacado que I.M.S., para el que Fiscalía pide una eximente completa por trastorno mental y su ingreso psiquiátrico, "quizá no es tan inimputable" como el ministerio público y la acusación particular sostienen.
A.A.V. está acusada de haber estafado dinero a I.M.S., haberle manipulado hasta el punto de ordenarle que matara a su propio padre al hacerle creer que era un mafioso, e instarle a prender fuego a la casa para borrar pruebas del crimen. Además, la acusada hizo creer al parricida que formaría parte de un grupo parapolicial, se inventó personajes ficticios y así le convenció de que mantenía una relación sentimental con Julia, alguien que en realidad no existía y a quien nunca vio en persona, e incluso que había tenido hijos con ella por inseminación artificial.
El letrado de A.A.V. ha defendido que existen dudas sobre la fiabilidad del relato de I.M.S., motivadas en parte por percepciones que han podido estar distorsionadas por la enfermedad que sufre, y también por la posibilidad que tiene de poder de mentir al ser acusado.
Al mismo tiempo, el letrado ha sostenido que la inducción al asesinato hubiera supuesto que I.M.S. no fuera tan "inimputable", puesto que para ello tendría que haber existido la voluntad consciente del acusado de cometer el crimen, aunque hubiera sido inducido por otra persona.
La defensa de la acusada, que ha destacado que el autor material del crimen tardó mucho tiempo en señalar a su defendida como inductora, ha afirmado que el parricida confeso ha basado todo su relato en inculpar a la otra procesada y ha expresado que "habrá un día en que I.M.S. vendrá a pedirle perdón a A.A.V".
Sobre el móvil económico que motivaría la orden de A.A.V. a I.M.S. para que matara a su padre, el letrado ha señalado que eso habría supuesto que se hubiera acabado "la gallina de los huevos de oro", porque liquidar al progenitor hubiera impedido continuar con la supuesta estafa.
La Fiscalía modificó sus conclusiones finales para rebajar el delito de incendio que le imputaba inicialmente a A.A.V., al equipararlo con uno de daños, añadió el de homicidio como alternativo al de asesinato y mantuvo el de estafa.
Tras las modificaciones del ministerio público, la acusada A.A.V. se enfrenta a una petición total de cárcel que oscila entre 32 años y medio y los 22 años y seis meses, frente a los más de 34 años iniciales.