Con el precio de la luz y del gas disparado, el mayor comedor social de Andalucía podría cerrar antes de Navidad. Dan de comer a 1.800 personas cada día, de los que 500 son menores. Llevan seis años levantando este proyecto pero con el presupuesto que tiene la asociación ya no cubren los gastos.
Las historias detrás de cada persona que come en ese comedor podrían cambiar por completo. Para Elisabeth, que perdió su restaurante con la pandemia, este comedor social ha sido su salvación: "Vine aquí y en lugar de quedarme en la cola decidí ayudar".
Además de voluntaria, es una más de las 1.800 personas que comen caliente aquí cada día, entre los que hay más de 500 son niños.
Agustín, el jefe de cocina, asegura que muchas familias con niños enfermos comen en este comedor: "Aquí hay familias con niños con enfermedades, con cáncer".
Es el comedor social más grande de Andalucía, pero está en una situación límite. Reciben muy poco dinero, muy pocas ayudas de los órganos oficiales como la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento. El comedor solo recibe de las administraciones un 25% de ayudas para cubrir gastos y hasta ha tenido que hipotecarse para poder seguir echando una mano a los más vulnerables.
Ahora piden ayuda urgente a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Málaga, porque sino tendrá que bajar la persiana antes de final de año.