Este sábado, 1 de octubre, es el primer día en el que comercios, cines o teatros tienen la obligatoriedad de disponer de un sistema de cierre de puertas automático para ahorrar energía. Un mecanismo que no todo el mundo se lo puede permitir y, por ello, piden financiación y ayudas directas. Además, muchos no saben a quién tienen que consultar las dudas los dueños de los locales.
Los propietarios también reclaman una moratoria de tres meses para adaptar sus negocios lo máximo posible. En Andalucía, por ejemplo, hay 18.000 comercios que deberían de hacer estos cambios y solo se lo ha podido permitir el 10%.