El destino del ficus de San Jacinto en Sevilla lo decide un juez este martes
Un juez decide este martes el destino del ficus de San Jacinto en Sevilla
El Ayuntamiento de Sevilla presentará alegaciones para talar el ficus: alega que pone en peligro la seguridad de los viandantes y a la parroquia
Suspenden la licencia de la tala del ficus centenario de San Jacinto en Sevilla
El destino del ficus de San Jacinto en Sevilla se decide este martes. Hace unos días un juez paralizó su tala y hoy termina el plazo para recurrir. El ayuntamiento va a presentar alegaciones, ya que ha tenido tres días para informarse de los pasos que debe seguir. Aunque la postura del consistorio es clara: sostiene que el ficus debe desaparecer porque pone en peligro la seguridad de los viandantes y, también, de la propia parroquia.
En contra están los ecologistas y también y la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (AMJA), que presentaron el recurso para que siguiera el ficus, y que por el momento, es un pequeño triunfo para ellos porque los trabajos de tala permanecen paralizados. Aunque el estado en el que ha quedado el árbol, declarado Bien de Interés Cultural y, también todo un patrimonio para la ciudad. De momento, lo están regando para mantenerlo con vida.
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Los ecologistas protestan en contra de la tala del ficus
La plataforma En defensa del ficus de San Jacinto registraron el pasado viernes un escrito en el Ayuntamiento de Sevilla para que, "con la máxima celeridad posible", se tomen medidas para "mantener vivo" el árbol centenario cuya tala ha sido parada tras dictar un juez la suspensión temporal de la licencia concedida por el consistorio a la parroquia de San Jacinto, que es la que la solicitó al ser la propietaria del ejemplar por estar en sus terrenos. La licencia fue aprobada el 31 de mayo y desde entonces no se había presentado recurso alguno.
La parroquia de San Jacinto alega que el ficus se ha "convertido en un cáncer"
La comunidad parroquial de San Jacinto ha defendido la tala de este ejemplar que "a todas luces, se ha convertido en un cáncer que crece de forma desmesurada en el lugar menos adecuado, aunque algunos sigan pensando que es como un bonsái que podemos manejar a nuestro antojo con el cuidado necesario".