La Policía Nacional ha hallado tres cadáveres, dos de ellos con síntomas de muerte violenta, en dos pisos de la Rondilla en Valladolid que corresponden a un hombre de unos 60 años y dos mujeres de 60 y 30 años, según informa la Subdelegación de Valladolid a Europa Press.
Así, a las 16.25 horas, se recibe llamada en la Sala Cimacc 091-Policía Nacional, que procedía del Servicio de Emergencias 112, que informaba de un incendio en una vivienda situada en la calle Marqués de Santillana, por lo que se envía a dotaciones policiales y servicio de bomberos.
Una vez extinguido, localizan en el interior de la vivienda el cadáver calcinado de un varón, de una edad en torno a 60 años, que presenta inicialmente síntomas de muerte violenta.
Cinco minutos después, a las 16.30 horas, se recibe en la misma Sala la llamada de una mujer que, desde su teléfono móvil, indica que no sabe lo que le pasa a su hija, y que se encuentra en la vivienda situada en la calle Linares, donde también se declara un incendio.
Una vez extinguido este último, hallan en el interior del domicilio los cadáveres calcinados de dos mujeres, de edades en torno a 60 y 30 años, uno de los cuales presenta síntomas de muerte violenta. Ahora, la Policía Nacional investigan las causas.
Valladolid contabiliza un total de siete muertes de forma violenta en el último mes y medio después de estos tres hallazgos. Fue, también en este barrio, el pasado 30 de junio, cuando un menor acuchillaba a su madre, de 50 años, en el número 10 de la calle Siglo de Oro de la capital, en el barrio de La Rondilla.
Esa misma madrugada, la del 1 de julio, esta vez en Santovenia de Pisuerga, un varón, conocido como 'El Chiqui', acababa a tiros con la vida de un vecino de 45 años y con la del teniente coronel de la Guardia Civil Pedro Alfonso Casado, que intervenía en la operación después de que el presunto autor de los hechos se atrincherara con una persona en una vivienda de la localidad.
Un mes después de este suceso, el pasado 1 de agosto, otro joven de 25 años fallecía de un disparo en el tórax, después de una discusión en un local de La Cistérniga.