Alejandro, de 4 años, se pierde en una playa de Rota y aparece en Chipiona: se despistó cogiendo conchas
Alejandro, un niño de 4 años, dio un buen susto a sus padres cuando se perdió en la playa de Rota
El pequeño se desorientó cogiendo conchas y acabó en una playa de Chipiona, donde le encontró un bañista
Alejandro, un niño de 4 años, ha dado un buen susto a su familia cuando disfrutaban de un día de playa en Cádiz este fin de semana. No es el primero ni el último que lo hace. Todos los años, varios menores se despistan y se pierden. Afortunadamente, en este caso todo quedó en una anécdota que ha servido a la Policía Local de Chipiona para lanzar una serie de recomendaciones con la intención de que los pequeños no se desorienten.
El pequeño Alejandro se desorientó en la playa de Rota
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El protagonista de esta historia, al que le encanta recoger conchas en la arena, desapareció de la vista de sus padres, que estaban en una playa de Rota el sábado. “Desesperados”, avisaron a la Policía, que alertó a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad disponibles para localizar al pequeño.
Casi una hora más tarde, un bañista le encontró solo en Chipiona y avisó a las autoridades, que tras recogerle le dio un paseo hasta Rota, donde sus padres le esperaban aliviados y agradecidos al trabajo de las autoridades, tal y como han constatado en redes sociales.
Precisamente, la Policía Local de Chipiona, que compartió su historia un día después en Facebook, ha aprovechado para poner en valor el trabajo de los implicados y la "entereza" de los padres del niño, así como para dar una serie de consejos con la intención de que no se repitan estos casos que, reconocen, pasan “todos los años”.
Recomendaciones para que los niños no se pierdan en la playa
Como es mejor prevenir que curar, lo primero que recomiendan es tomar precauciones desde el principio. “Al llegar a la playa y os ubiquéis vuestra sombrilla o toalla, id con el peque a la orilla y dais la vuelta, de espaldas al mar. Desde allí, muéstrale dos lugares cercanos a donde hayas puesto la toalla, para que sepa dónde está; uno a la izquierda y otro a la derecha; eso quiere decir que por el centro está la toalla nuestra. El chiringuito, la línea de boyas amarillas que entran al mar, esa sombrilla llamativa, o ese edificio les servirá como puntos de referencia para ponerse entre ellos y así poder encontrarte”, aconsejan.
Aunque pueda parecer algo “muy complicado” para el niño, animan a intentarlo: “es solo un juego de buscar”. Asimismo, dicen que “puedes enseñarle y visitar el lugar donde está el puesto de vigilancia y/o socorristas”.
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Otra opción “cuando son pequeños o aún no son capaces de orientarse y/o comunicarse bien” son “las pulseras identificativas que se pueden colocar en su muñeca con el nombre y número de teléfono de los padres para quien le encuentre pueda llamarles para decirles dónde se encuentra”.
Y si no dispones de una de estas, proponen escribir el teléfono con un rotulador indeleble “a modo de tattoo”: “funciona a la perfección”.
¿Qué hacer si el niño se pierde?
Pero, ¿qué sucede si aun así el niño se pierde en la playa? ¿qué tenemos que hacer? En este caso, se debe “llamar a los servicios de urgencia 112” y, mientras aparece, “tratar de respirar y pensar de manera positiva” porque como sucedió con Alejandro, recuerdan, “en la inmensa mayoría de estos casos” todo termina de la misma manera “corazón encogido, mil demonios por la cabeza y… Final feliz”.
Por último, subrayan que si algún familiar lo recoge sin haber avisado antes a las autoridades, se debe llamar informando de que el niño ya está con la familia.