Una de la ventajas de vivir en España es que contamos con infinidad de rincones donde refrescarnos durante el verano. Nos rodean más de 8.000 kilómetros de costa, así como múltiples áreas de interior en las que ríos y lagos se convierten en espacios perfectos para el baño.
Nada como disfrutar de un buen libro, de un chapuzón relajante o de una puesta de sol en alguno de estos lugares, especialmente si se trata de maravillas de la naturaleza como las llamadas piscinas naturales. Se trata de formaciones que crean pequeñas (o grandes) 'bañeras' en las que el agua se acumula y se renueva constantemente, regalándonos un espacio calmado para relajarnos. Si te apetece conocerlas, toma nota de algunas de las piscinas naturales más bonitas de España.
Si nunca has estado en una piscina natural y te pica la curiosidad, o si quieres descubrir alguna nueva alternativa que te deje con la boca abierta, toma nota de este listado con siete de las más bonitas piscinas naturales de España. Existen zonas en las que, por su orografía, abundan este tipo de formaciones, como ocurre con las Islas Canarias. Si buscas bien, podrás encontrar rincones secretos que parecen diseñados única y exclusivamente para tu disfrute.
Garganta de los Infiernos (Cáceres). Si te gusta el senderismo y la aventura, y te gustaría combinar una buena excursión con un lugar perfecto para refrescarte después de tanto esfuerzo físico, la Garganta de los Infiernos es tu lugar: la Reserva Natural Garganta de los Infiernos nos regala cascadas, saltos de agua y 13 piscinas naturales que son fruto de la erosión del granito debido al curso del agua. Lanzarse a caminar y terminar con un buen chapuzón es un plan perfecto para este verano.
Termas de Ourense. Las termas de Ourense se encuentran a orillas del río Miño y ponen a tu disposición 4 kilómetros de circuito termal al aire libre. Se dice que las más bonitas son las pozas de A Chavasqueira, Muiño das Veigas, Outariz y Burgas de Canedo, con aguas calentadas desde el corazón de la tierra, a veces a más de 60° de temperatura. Todo un regalo para nuestra salud y para los sentidos.
Los Charcones (Lanzarote). En las Islas Canarias y, concretamente, en la isla de Lanzarote, encontramos los Charcones, un conjunto de piscinas naturales de acceso relativamente complicado, pero de inigualable belleza. Se caracterizan por sus aguas claras con distintas tonalidades de azul, y por la presencia de las ruinas de un hotel de los años 40 que nunca llegó a terminarse de construir. Un paraje extraño y único que merece la pena visitar.
Gulpiyuri (Asturias). En Asturias nos encontramos con una de las piscinas más espectaculares del norte de España. Se trata de una playa sin mar, donde no se ve su horizonte. El baño solo es posible cuando el agua salada entra desde el mar a través de un conjunto de cuevas subterráneas, por lo que es importante informarse sobre su estado antes de desplazarse hacia este inigualable lugar de la geografía española.
El Caletón (Tenerife). De vuelta a Canarias nos encontramos con El Caletón, en Garachico, un imprescindible si decides visitar la isla de Tenerife. Se trata de un conjunto de piscinas naturales y charcos aptos para el baño, formados junto a la costa como efecto del enfriamiento de la lava que llegó a esta zona con la erupción del volcán Arenas Negras en el año 1706 y su contacto con el agua del mar. No puedes perderte su piedra volcánica y sus aguas gélidas y limpias, ni tampoco las calles y tradiciones de este pequeño pueblo de obligada visita en esta isla.
La Font Calda (Tarragona). La Font Calda es una fuente de agua medicinal que se encuentra a casi 30 grados de temperatura, situada junto al río canaletes. Uno de sus puntos fuertes para el visitante es que las aguas de esta piscina natural son ricas en sulfato magnésico, cloruro sódico, cloruro cálcico y carbonato cálcico, y se han convertido en toda una zona de ocio entre vegetación compuesta por encinas, pinares, así como acantilados de piedra, perfecta para el paseo o para recorrer sus zonas contiguas en bicicleta.
Piscinas naturales de Rascafría (Madrid). Afortunadamente, los madrileños lo tienen relativamente fácil para huir del calor y la contaminación, ya que a pocos kilómetro de la capital nos encontramos con las piscinas naturales de Rascafría. Se encuentran junto al cauce del río Lozoya y nos ofrecen unas preciosas vistas del pico de Peñalara. En concreto, podrás encontrar tres piscinas con agua que, como bien indica su nombre, está bastante fría. Se encuentran rodeadas de zonas verdes en las que pasar el día con toda la paz que necesitas y recargar las pilas antes de volver a la civilización.