El 7 de noviembre el teléfono de Marta Calvo dejó de tener señal sobre las 12 de la mañana. Esa misma mañana, Jorge Ignacio Palma realizó tres llamadas a chicas que ofrecían sus servicios para ofrecerles sus fiestas blancas donde el modus operandi siempre era el mismo. Esa tarde se desplazó a la Ollería.
En Consum, Jorge Ignacio sí compró dos paquetes de bolsas de basura, guantes y dos sierras en una ferretería. Lo que nadie sabe es si las usó. Después, el acusado regresó a Manuel.
La pregunta que ronda la cabeza de la madre de Marta Calvo y todo el juicio es la siguiente: ¿Descuartizó Jorge Ignacio Palma a Marta Calvo al verla muerta en su cama y asustarse? O como dice la madre de Marta, en un pálpito continuo y entre lágrimas en el juicio, el cuerpo de Marta está en algún lugar y con más chicas. Ahí sigue el enigma ya que Jorge Ignacio no suelta prenda de dónde está en cuerpo
El testigo hoy del juicio, un agente de la Guardia Civil que intervino en la búsqueda del cuerpo de Marta, asegura que. “según él lo descuartizó en nueve partes. La metió en bolsas de basura. Seis bolsas las tiró en Alzira y seis en Silla. Yo me desplacé a la planta de residuos de Guadasuar y el responsable ya me dijo que era imposible que no hubiera sido detectado el cuerpo”.
De hecho, los productos que no están reciclados vuelven a pasar otra vez por la cinta y pasan por todo el proceso de nuevo. “Cuando acabé la visita salí con la sensación de que era imposible de que por ahí hubiera pasado parte de un cuerpo humano y no lo hubieran detectado”.
El agente hizo el mismo procedimiento en la planta de Quart de Poblet. El responsable de esta planta dudó. “Manejan cien toneladas a la hora y es fácil que en el proceso de triaje no lo hubieran detectado”. Después, los residuos de ambas plantas llegan al vertedero de Dos Aguas. Nada en claro.
“Realizamos la inspección del plato de ducha donde dijo el acusado que desmembró el cuerpo el día 17 de diciembre de 2019”, detalla uno de los agentes en el juicio. Se utilizaron linternas con luz forense que permiten visualizar la sangre de manera más clara. Sí se localizaron presuntos restos biológicos, pero nada desde la entrada por si había algún fluido en el camino hasta el baño. “No hubo nada que nos indique que ha habido algún fluido en ese suelo. En el plato de ducha había un marcaje leve y un marcaje grande en el desagüe. En cualquier escena de un descuartizamiento siempre queda algún resto, es imposible limpiarlo todo".
La conclusión es que “si hubiera habido un descuartizamiento en ese baño los perros lo hubieran encontrado”, confirma un agente. Además, los testigos coinciden en que por mucho que hubiera limpiado el acusado algún fluido se hubiera filtrado.