Los caseros del piso donde vivía Jorge Ignacio Palma han declarado en la undécima sesión del juicio por el asesinato de Marta Calvo, la joven de 25 años que desapareció el 7 de noviembre de 2019 en Manuel, Valencia, tras mantener relaciones sexuales con este, quien reconoció que la descuartizó tras una muerte fortuita. Lo han hecho tras los padres de la víctima, Marisol Burón y Sergio Calvo.
En la Audiencia Provincial de Valencia, ha comenzado a declarar A.J., arrendataria del piso donde murió Marta Calvo. Ha dicho desconocer a qué se dedicaba el acusado y que tenía antecedentes. "Le alquilamos la casa porque tenía una boda en verano de su tía, y lo alquiló para unos meses", ha justificado, diciendo que desconocía que tuviese otra casa.
"Mi marido le vendió un coche, se conocía de hola y adiós, pero no había amistad", ha añadido, reconociendo que sí estuvo en su casa unas tres veces cenando.
Cuando la madre de Marta le preguntó por su hija, confiesa que “en ningún momento me podía imaginar nada”. Ese día, “llamé a la madre de Jorge Ignacio y le conté lo que pasaba". Jorge Ignacio Palma fue entonces a su casa y negó conocer a Marta Calvo. De hecho, ha relatado, llegó a cenar con ellos y estaba “normal”.
Tras salir de la sala la arrendataria, ha declarado su marido C.M, también dueño de la vivienda. En la misma línea, ha dicho desconocer a qué se dedicaba Jorge Ignacio Palma, quien cree que no tenía un trabajo fijo, pero que estudiaba. "Yo lo conozco de los coches. Le vendí un par de coches. He coincidido con él muchas veces en la ITV, o en el desguace", ha especificado, explicando que se los pagó al contado, al igual que el alquiler de la vivienda, que iba a ser “para cuando vinieran sus familiares para una boda y para cuando su madre viniera de Palma”.
Cuando la madre de Marta Calvo se puso en contacto con ellos, ha dicho, él llamó a la madre de Jorge Ignacio Palma para que este aclarase qué ocurría. “Él vino al día siguiente. Le dije que había que ir al cuartel de la Guardia Civil a Valencia, que diera sus datos, que dijera que vivía ahí alquilado, y que declarara", ha señalado. Jorge Ignacio Palma negó saber nada del tema, aunque mencionó a la madre de su víctima.
"A mí ni se me pasaba por la cabeza la gravedad que tenía la cosa", ha expresado el hombre, que asegura que acercó a Jorge Ignacio Palma a la estación de tren para que fuera a Valencia a declarar, pero nunca más le volvió a ver. "Ya no lo volví a ver".
También preguntado por la abogada de Marta Calvo por las veces que comieron o cenaron con el acusado ha dicho que quedaban cuando les pagaba el alquiler y que tras matar a la joven “él no se mostró nervioso. Estaba como en un día normal”.
Por su parte, el abogado de la acusación, Juan Carlos Navarro, ha acusado al casero de falso testimonio ya que en el juicio ha asegurado que Jorge Ignacio Palma no le suministraba cocaína, mientras que ante la Guardia Civil señaló lo contrario detallando tiempos y cantidades.
Jorge Ignacio Palma está acusado de matar también a otras dos mujeres, –Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas-, así como de pretender lo mismo con otras ocho entre el verano de 2018 hasta el 7 de noviembre de 2019, fecha en la que presuntamente acabó con la vida de Marta, cuyo cuerpo aún no ha sido localizado.
La Fiscalía reclama 130 años de prisión para él por 11 delitos de abuso sexual –tres de ellos como medio necesario para un delito de homicidio y siete para un delito de lesiones–; y un delito contra la salud pública. Incide en que concurre la circunstancia agravante de género para los delitos de abuso sexual y los tres homicidios, al tiempo en que reclama también cuantiosas indemnizaciones para las víctimas o familiares.