Una multa del Ayuntamiento de Barcelona a Mercerdes, una vecina de Sarrià, ha despertado controversia entre los vecinos de la zona y numerosos usuarios en redes sociales. La mujer ha sido sancionada por tener un limonero en la puerta de su casa, algo que lleva haciendo desde hace mucho tiempo, pero que está prohibido por la Ordenanza municipal.
Mercedes tuvo que pagar 525 euros por incumplir la normativa, aunque la cifra ascendía a 1.500 euros si no abonaba el importe estos días. Todo por una planta: la normativa específica mantiene que un vecino no puede poner objetos en la vía pública por el hecho de que pueden obstaculizar el paso y la accesibilidad en las calles.
Una normativa que resulta absurda para algunos, al hablar de la planta de una vivienda. Mercedes colocó el árbol delante de su casa hace dos años porque se estaba muriendo. Desde que lo sacó, asegura, reavivó, además de colorear la calle, según recoge 'El Caso'.
Los vecinos de la afectada han querido mostrar su indignación por la multa en redes sociales, donde han lanzado duras críticas contra la normativa de Barcelona. "El Ajuntament de Barcelona ha multado una vecina con 500 euros por poner un limonero en la puerta de casa. Una calle para los peatones donde el mismo consistorio tiene tiestos para delimitar el espacio. Después de que si #DonemPasAlVerd #RenaturalitzemBCN y no sé cuántas campañas más", ha señalado un vecino en Twitter.
Janet Sanz, teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad en Barcelona, ha intervenido ante la polémica y ha aclarado que una cosa es pedir la retirada del limonero para garantizar la accesibilidad de la vía pública y otra es este tipo de sanción, que es muy diferente. Asimismo, ha destacado que el Ayuntamiento va a tratar de "averiguar qué ha pasado y cómo se puede solucionar".
La comunidad de vecinos se ha organizado este jueves en una acción reivindicativa para que el limonero de Mercedes no se retire y trasladar el árbol a otra ubicación de Sarrià, concretamente al Espai Gardenyes, un huerto comunitario impulsado por la Associació Cultural Casa Orlandai y Consumo Respeto.