Con una ola de calor como la que asola España estos días, como siempre, hay que prestar mayor atención a mayores y niños. Estos últimos aún están en clase. Por eso, para protegerlos, se recomienda que beban mucha agua y que eviten actividades físicas al aire libre. No obstante, algunos centros escolares han tomado medidas más drásticas.
Algunas Comunidades Autónomas permiten que los centros escolares acaben la jornada antes de la hora habitual. Se trata de evitar que los alumnos pasen allí las horas de más calor, las del mediodía, si no están climatizados adecuadamente.
Los más pequeños son los que más riesgo de deshidratación sufren. Un padre debe alertase si detecta en su hijo los ojos hundidos, la boca sin saliva, llora sin lágrimas o si hay vómitos o diarrea que impida mantener la ingesta de agua.
Es fundamental hidratar muy a menudo a los niños pequeños, sobre todos a los bebés que no hablan. Si son lactantes, se deben repetir las tomas con más frecuencia de lo habitual.
En Extremadura casi el 15% de los centros educativos, es decir, unos 120 centros ha adoptado medidas de flexibilización horaria. En esta región, desde el curso 2018-2019, el calendario escolar incluye la adopción de medidas extraordinarias en circunstancias meteorológicas excepcionales, definidas en el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteoalerta) y la Agencia Estatal de Meteorología.
En Andalucía, se puso en marcha en 2017 el Programa de Climatización Sostenible y Rehabilitación Energética, para instalar en los centros aires acondicionados, sustituir persianas por lamas exteriores, crear cubiertas aisladas y ventiladas para evitar el sobrecalentamiento y llenar de plantas y árboles los patios para que haya sombra exterior. Sin embargo, este plan aún no se ha terminado cinco años después.
Esther Armela, médico jefa de guardia del SUMMA, indica que muchas veces los síntomas iniciales de un golpe de calor "son inespecíficos o no están presentes, en niños y ancianos es frecuente que no aparezcan". Por eso, la doctora ha dado pistas en El Programa de Ana Rosa de cómo detectar la falta de hidratación: "Las cefaleas o dolores de cabeza son muy frecuentes, y también la sensación de mareo o cansancio, malestar general e incluso náuseas y vómitos".
Aún así -ha señalado- estos síntomas pueden ser fácilmente confundidos con el inicio de una gripe o un resfriado. En caso de sospeha, ha explicado que se debe ir "a un lugar fresco, cesar la actividad que estemos realizando, hidratarse e intentar bajar la temperatura corporal poco a poco".