Rescate extremo en una cueva de Almería. Los equipos especializados consiguen sacar con vida a una espeleóloga atrapada y herida tras sufrir una caída en el interior de una de las cavidades. Sus rescatadores tuvieron que llegar hasta ella a través de grietas y huecos imposibles.
En una orografía imposible con "pasos estrechos y cambios de dirección", los especialistas llevan al límite sus capacidades. "Tuvimos que emplearnos a fondo técnica y físicamente", reconocen.
Uno de ellos se queda con la mujer herida, a 60 metros de profundidad. El resto inicia el operativo, porque el "problema" comienza cuando hay que "sacar a una persona en camilla" por los estrechos recovecos. Hay que lograr espacio, romper lo menos posible las cavidades naturales, pero lo suficiente para que quepa la camilla con la herida.
Sobre la roca, el equipo de rescate abre huecos para la carga explosiva y realizan hasta cuatro voladuras. En en ese momento cuando se inicia la evacuación. 18 personas se encargan de llevar la camilla por tramos, a veces de un tramo horizontal a uno vertical, con ayuda de poleas.
18 horas después, salen al exterior. Con la herida sana y salva y los especialistas agotados, con la necesidade de un "descanso urgente", pero felices por haber salvado una vida.