Estar sobre el terreno es un riesgo. Los civiles y los voluntarios desplazados para ayudarles se enfrentan a peligros como que les caiga una bomba sobre el terreno. Es lo que ha ocurrido en Járkov, es el momento en que una bomba estalla junto a la comitiva de la ONG española: "Olvidados". Tienen que huir a la carrera y, en medio del terror, cuando van a escapar vuelve a impactar otro proyectil. Tras conseguir esquivarlo, en medio de la angustia, cae en la zona un tercer proyectil. Es el día a día de muchos voluntarios que se juegan la vida en la guerra.
Son los voluntarios como estos los que logran aliviar la vida de la gente sobre el terreno, sí y también que tengan una oportunidad. Tania, Sasha y Olga, tres mujeres acompañadas de parte de sus familias, intentan reconstruir su vida en España tras huir de su país natal, Ucrania, por la invasión rusa, y lo hacen con el apoyo de la ONG Rescate. Porque son muchos los voluntarios que lo arriesgan todo. Se trata de una web que aúna los materiales, oportunidades y recursos disponibles para los refugiados procedentes de Ucrania, y lo hace tanto en idioma español como en ucraniano para ser más accesible.
"Estamos felices de que existan personas tan generosas, no pensaba que existiesen personas así", dice Tania Shelvak, que llegó hace casi un mes a España, justo el día en el que cumplía 18 años, un día en el que, asegura, empezó una "nueva vida".
"Es muy difícil. Sonrío porque no quiero llorar, quiero que todo termine rápido --afirma al respecto--. Me sorprende que Rusia diga que nos ayudan y nos rescatan, pero no es verdad. Nosotros no queremos que en nuestro país haya una guerra, solo queremos vivir, con nuestra familia, nuestra casa, trabajar, enamorarnos, aprender, nosotros no queremos ofender". Para que lo logren ONG como Olvidados, se juegan la vida.