La llegada del otoño y el invierno trae consigo nuevos casos de la gripe común, que sigue constituyendo un importante problema de salud en nuestro país y en todo el mundo, debido a su mortalidad y a las complicaciones que conlleva, este año acrecentadas por su coexistencia con el SARS-CoV-2. Debido a ello surgen preguntas como ¿qué síntomas diferencian la gripe del covid? ¿Me puedo vacunar de la gripe si me he contagiado de coronavirus? ¿Y si estoy embarazada? ¿Y si tengo alergia al huevo? La convivencia de ambos virus este año hace que vacunarse contra la gripe sea más importante que nunca, especialmente para los grupos de riesgo.
El Ministerio de Sanidad ha lanzado la campaña "Yo me vacuno. Este año también marco la diferencia" para hacer un llamamiento a que la población más vulnerable, sus contactos y los profesionales sanitarios y sociosanitarios se vacunen este año contra la gripe, campaña que se está desarrollando hasta primera semana de noviembre.
Durante la temporada 2019-2020, 619.000 personas acudieron a Atención Primaria por gripe, hubo 27.700 hospitalizaciones, 1.800 requirieron cuidados intensivos y se contabilizaron 3.900 muertes asociadas. Pero la vacuna evitó el 26 % de las hospitalizaciones, el 40 % de los ingresos en UCI y el 37 % de las muertes en mayores de 65 años.
El año pasado la gripe apenas circuló por las medidas de control y distanciamiento social puestas en marcha contra la pandemia de Sars-CoV-2; su levantamiento ahora hace más probable que ambos virus puedan coincidir y que con ello se incrementen las complicaciones en los grupos de riesgo. Además, el efecto sinérgico entre los dos duplica el riesgo de muerte en caso de coinfección.
Con el objetivo de aclarar todas las dudas, Sanidad ha publicado un documento de preguntas y respuestas en el que explica, entre otras, cuestiones relacionadas con la vacunación contra ambas patologías.
Mayores de 65 años; personas de entre 6 meses y 65 años con un alto riesgo de complicaciones por alguna condición o enfermedad de base; grupos que pueden transmitir la gripe a los anteriores, personal sanitario y sociosanitario y ciertos colectivos considerados esenciales.
También embarazadas y menores entre los 6 meses y 2 años con antecedentes de prematuridad menor de 32 semanas de gestación, así como pacientes con inmunodepresión.
Depende fundamentalmente de la edad y el estado de salud y la similitud entre los virus de la gripe que está circulando y aquellos con los que se fabricó la vacuna. Sin embargo, si la persona infectada está vacunada, la enfermedad será con alta probabilidad menos grave. Pese a que hay que pincharse cada año, es muy segura y tiene un gran impacto para evitar hospitalizaciones y muertes.
La mayoría son inactivadas (no vivas) que contienen fracciones de virus o proteínas víricas. Por tanto, no contienen virus vivos y no pueden causar la enfermedad de la gripe. También está autorizada una vacuna atenuada que solo debe usarse en población infantil y joven sana. Los virus contenidos en esta vacuna, al estar debilitados, no ocasionan la gripe.
Menores de 6 meses; personas alérgicas a los principios activos o a algún componente de la vacuna o que han tenido una reacción alérgica grave a una vacuna de la gripe con anterioridad. En personas que tengan fiebre o una infección aguda, deberá posponerse hasta que se hayan recuperado.
El más frecuente es molestia y/o dolor en el lugar de la inyección. Estas reacciones locales suelen durar menos de 48 horas y rara vez interfieren con la vida normal de las personas vacunadas. Otras reacciones como fiebre, malestar o dolores musculares también pueden aparecer tras la vacunación; suelen iniciarse en las primeras 6-12 horas y suelen durar 1-2 días.
Sí. Aunque la mayoría de las vacunas frente a la gripe se fabrican utilizando una tecnología basada en huevos y contienen trazas de proteínas de huevo, todos los estudios indican que las reacciones alérgicas graves son muy improbables.
Sí, en lugares anatómicos diferentes, incluidas la vacuna de ARNm frente a la covid-19 y el neumococo.
Fiebre, dolor de garganta, mucosidad nasal, tos seca, cefalea, dolor muscular y cansancio son los más usuales de la gripe, que comienzan de 1 a 4 días tras la entrada del virus al organismo. Algunas personas se infectan pero no desarrollan la enfermedad, aunque sí pueden transmitirla a otras.
El nuevo coronavirus y el virus de la gripe tienen presentaciones clínicas muy parecidas: ambos comparten vías de transmisión y causan enfermedades respiratorias, con una gran variedad de síntomas, que pueden ser desde inexistentes o leves hasta graves y muertes.
La fiebre, tos y la pérdida de olfato/gusto son síntomas comunes en la gripe y en la covid-19. La fatiga, el dolor de garganta, de cabeza y muscular parecen producirse con menos frecuencia en la covid que, por el contrario, presenta más dificultad respiratoria que en la gripe.
Lo que varía es la proporción de pacientes con sintomatología grave, pues en el caso del coronavirus, el 80% son leves o asintomáticas, el 15 % graves que requieren oxígeno, y el 5 % son infecciones críticas que necesitan ventilación, porcentajes que son más elevados en el caso de infección gripal.
No. La vacunación es la mejor forma de protección frente a ambas y sus complicaciones.
En pacientes que han superado la covid o la padecen de forma leve o asintomática se recomienda la vacunación tras finalizar los días de aislamiento recomendados.
Los contactos estrechos de un caso confirmado que pertenezcan a los grupos en los que se recomienda la vacunación frente a la gripe podrán vacunarse una vez superado el periodo de cuarentena sin haber desarrollado síntomas.
Además de la vacunación, se recomiendan las siguientes medidas de prevención: