El coronavirus deja ya más de 22.157 muertes y más de 213.024 casos en España después de que en el último balance Sanidad haya registrado 440 nuevos decesos y 4.635 nuevos positivos, lo que supone un ligero repunte con respecto a los datos del día anterior.
El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha explicado que el incremento de los nuevos casos es de un 2,2% respecto a este miércoles, aclarando que las cifras han de valorarse teniendo en cuenta que se está incrementando el uso de “las pruebas serológicas y los barridos en algunos grupos poblacionales”. “Sabíamos que íbamos a tener un aumento relativo de casos, aunque ha sido mucho menor de lo esperado, lo que indica que la epidemia va incluso mejor de lo que pensábamos”, ha dicho, trasladando un mensaje optimista, aunque siempre desde la cautela que supone hablar de un virus del cual todavía “se desconocen muchas cosas”.
Atendiendo a las estadísticas, un día más el dato más alentador es el que se refiere al número de personas recuperadas: ya son un total de 85.915 y los hospitales poco a poco aprecian los efectos de la estabilización y el aplanamiento de la curva; esa maldita curva que habría comenzado a fraguarse, según hemos conocido este jueves, a mediados de febrero y por al menos 15 vías distintas. No fue por un paciente cero, sino por varias personas que se habrían contagiado fuera y después habrían traído el virus aquí. Así lo concluye un estudio del Instituto de Salud Carlos III a partir de los 28 primeros genomas. El aspecto positivo, al parecer, es que el virus habría mutado muy poco, lo que constituye un aliciente para científicos e investigadores.
De momento, la evolución de la epidemia en España sigue su curso en clara tendencia descendente, lo que permite al Gobierno seguir ahondando en la próxima fase de desescalada, algo en lo que llevan trabajando “desde hace tres semanas”, según manifestó Pedro Sánchez, indicando que será “lenta”, “gradual” y abordada de forma “asimétrica”, siempre desde la “prudencia”. Cuándo se empezará no se sabe a ciencia cierta, porque serán los indicadores relativos a la pandemia los que dicten el momento de acometerla, pero, por el momento, el presidente del Gobierno ha situado el inicio de la desescalada en el intervalo comprendido en “la segunda quincena de mayo”.
Entre tanto, y tras lograr la tercera prórroga del estado de alarma, que como mínimo se extenderá al 9 de mayo, de lo que se ha vuelto a hablar este jueves es de la controvertida medida para permitir que los niños, tras más de 40 días de confinamiento, puedan salir a la calle a pasear. Concretamente, se han dispuesto las condiciones en las que podrán realizarlo: a partir del domingo, los menores de hasta 14 años podrán salir a pasear en un radio de 1 kilómetro en el entorno de su hogar. Deberán hacerlo acompañados de un adulto y durante un tiempo máximo de una hora. Además, según ha dispuesto el Gobierno, el número máximo de niños por adulto es de tres, que deben vivir en el mismo núcleo familiar. Podrán sacar juguetes, pero no acudir a un parque o centro de juegos. Por otra parte, respecto a los menores que tengan más de 14 años, ha precisado el Ejecutivo, podrán salir a la calle en las mismas condiciones que lo hacen los adultos en la actualidad, siempre que sus padres lo consideren oportuno. Es decir: podrán salir a comprar alimentación, a la farmacia o a hacer algún recado esencial.
Más allá, las próximas medidas que se adoptarán permanecen siendo inciertas, con las comunidades autónomas queriendo a su vez diseñar sus propios planes al respecto de la futura vuelta a la denominada ‘nueva normalidad’. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, insiste en recordar que continuamos en “fase de confinamiento” y “todavía no estamos en fase de desescalada”, pero se sabe que sobre la mesa planea ya un posible escenario para permitir gradualmente que la gente pueda hacer deporte, así como se estudia de qué manera podrían llegar “cuanto antes” medidas de alivio también para los mayores, el grupo más castigado por la pandemia.
Tanto es así que este mismo jueves la Organización Mundial de la Salud ha afirmado que la mitad de los muertos por COVID-19 son ancianos que se encontraban en residencias, algo que han definido desde el dolor como “una tragedia humana inimaginable”, en palabras del director regional de la oficina de la OMS para Europa, el doctor Hans Kluge.
Por esta razón, desde la institución se insiste en pedir el “compromiso de los estados miembros” para proteger a los mayores de las residencias así como a sus cuidadores. Todos ellos, desde el primer momento, han recibido la absoluta crudeza de esta pandemia que deja ya más de dos millones de casos en todo el mundo y más de 180.000 muertos.
"Esta pandemia ha puesto de relieve los rincones menospreciados de nuestra sociedad. En toda la región europea, los cuidados a largo plazo han sido notoriamente descuidados. Pero no debería ser así. Hemos heredado los derechos, valores y oportunidades que nos definen de las generaciones anteriores, por lo que debemos cuidarlos. Es nuestro deber no dejar a nadie atrás. Debemos dar un paso adelante", han reclamado.
Precisamente, este jueves ha tenido lugar la reunión del Consejo Europeo, en la que España ha insistido en la importancia de poner en marcha cuanto antes “un paquete con una triple red de seguridad para proteger el empleo con un reaseguro de 1.000 millones de euros, para dar seguridad a los Gobiernos y ayudarlos a enfrentar los gastos sanitarios, así como para trabajar en una serie de avales del Banco Europeo de Inversiones para garantizar el acceso al crédito de las pymes”, tal como ha explicado la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.
Más allá, se ha defendido “la creación un gran fondo de recuperación económico y social”, un asunto trascendental para combatir el impacto de la crisis en el seno de la Unión Europea y sobre el cuál, ha dicho la ministra, “no hay un consenso completo”, si bien “hay algunas áreas en las que se ven avances con apoyo bastante amplio por parte de los miembros del Consejo”. “Creo que es uno de los logros de esta reunión el que se haya constatado la necesidad de crear este fondo”, ha dicho González Laya, quien en un balance general ha manifestado que se ha observado un “cambio en el tono” en el que se aprecia “una dinámica de negociación” en la cual España está, --textualmente-- “en el centro del juego”.
Así las cosas, y aunque no sin ciertas discrepancias, la Unión Europea parece estar dando muestras de comprender que ante una pandemia la respuesta, además de unitaria, ha de ser global, porque afecta, no solo a los ciudadanos de cada país miembro, sino a la humanidad entera.
El coronavirus ha contagiado ya a más de 213 países y con más de dos millones y medio de contagiados sigue sembrando desolación. Estados Unidos, a la cabeza, cuenta con más de 887.000 positivos y más de 50.000 muertos. Solo en Nueva York se contabilizan más de 15.000 decesos.
En Europa, la esperanza la pone un día más Italia, que este jueves ha marcado el récord de personas recuperadas en un día, con 3.033 altas médicas, y ha registrado por primera vez más curados que nuevos casos.
En Asia, mientras tanto, China sigue controlando la situación y son los casos importados los que avivan el miedo a que pueda haber un rebrote, algo que algunos investigadores no descartan, ni este país ni en el resto de los que han sido golpeados por la pandemia.