El Comité de Seguridad (PRAC, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha recomendado incluir como posible efecto secundario de la vacuna contra el coronavirus de coronavirus Janssen la trombocitopenia inmune. Además, A través de un comunicado, el organismo regulador europeo recomienda actualizar la información de la ficha técnica y del prospecto además de actualizar el plan de gestión de riesgos con esta vacuna para reclasificar la trombocitopenia, que de "un potencial riesgo importante" pasaría ser "un riesgo importante identificado". Pero, ¿qué es la trombocitopenia inmunitaria?
La EMA define la trombocitopenia inmunitaria como una una afección en la que el sistema inmunológico ataca y destruye por error las células sanguíneas llamadas plaquetas que son necesarias para la coagulación normal de la sangre. Como consecuencia, según Mayo Clinic, se pueden presentar moretones púrpuras, así como pequeños puntos rojizos y morados que parecen una erupción y sangrado fácil o excesivo.
Entre los síntomas, que pueden no darse, enumeran los siguientes: tendencia a la formación de hematomas y exceso de hematomas; sangrado superficial en la piel que aparece como manchas pequeñas de color rojizo púrpura (petequias) que parecen un sarpullido, por lo general en la parte inferior de las piernas; sangrado de las encías o la nariz; orina o heces con sangre y flujo menstrual inusualmente abundante.
La trombocitopenia inmunitaria se da, según Mayo Clinic, “cuando el sistema inmunitario ataca y destruye por error las plaquetas”. De agravarse, puede llegar a requerir tratamiento ya que entre las posibles complicaciones está el sangrado del cerebro.
En el caso de los adultos, esto puede desencadenarse por una infección con VIH, hepatitis o H. pylori, el tipo de bacteria que causa las úlceras estomacales y pueden requerir tratamiento. Además, es más común entre mujeres jóvenes y, especialmente, aquellas que presentan artritis reumatoide, lupus y síndrome antifosfolípido.
Sin embargo, señalan que en la mayoría de los niños el trastorno se presenta tras una enfermedad viral, como las paperas o la gripe y se suelen recuperar sin tratamiento.