Cuando una relación termina siempre hay algo que nos mantiene atados a esa persona, las redes sociales. Aunque un ex desaparezca de nuestra vida, el teléfono móvil se convierte en un recordatorio externo no sólo del pasado, sino también de lo que ocurre en su vida actual. Sus opiniones en el feed de Twitter, su vida social en los stories de Instagram y las fotografías que un día os hicisteis en los recordatorios de Facebook. Pero, ¿se puede evitar este batiburrillo de recuerdos emocionales?
La solución es fácil: borrar y bloquear. Pero no siempre hay que recurrir a esta medida tan drástica. A veces se cumple la creencia popular que dicta que dos exnovios pueden ser amigos.
Hay rupturas amistosas que demuestran que tras el desamor no tiene porqué acabar la relación, rompiendo con ciertos estereotipos sustentados en el romanticismo tóxico. Por ejemplo, que entre dos personas que ha habido atracción o amor jamás se apaga la llama o incluso que entre hombres y mujeres es imposible una amistad sin tensión sexual.
Si tú y tu ex habéis roto por mutuo acuerdo y ahora tenéis una relación cordial, no es necesario que desaparezca de tu vida. Incluso si la decisión de romper fue unilateral pero ahora ambos os tenéis aprecio, tampoco hace falta ni borrar ni bloquear.
Independientemente de cómo fue la ruptura, hay cinco red flagsque indican que tu ex debe desaparecer de tu vida al menos durante una temporada.
Si tu ex te maltrató, no hay ningún motivo para mantenerle en tu vida. No sucumbas al victimismo; cuanto más lejos esté esa persona, mejor.
Por otro lado, si fuiste tú quien manipulaste o ejerciste violencia emocional o física contra tu ex, lo mejor es que cortes el lazo que os une y le dejes curar sus heridas mientras tú aprendes a querer de una forma saludable.
Como hemos visto antes, sí es posible la amistad entre exnovios. El problema surge cuando una de las partes sigue sintiendo algo y se aferra a esa relación de amistad autoconvenciéndose de que volverá a surgir el amor. Esta creencia no sólo es falsa, sino que provoca mucho dolor y frustración en ambas partes.
Es normal que, aunque ya no estés enamorado, ver cómo su vida avanza sin ti te provoque cierto resquemor. No seas masoquista revisando todos los días sus stories, sus me gustas de Twitter y sus publicaciones de Facebook.
Cuando estamos dolidos tras una ruptura podemos decir cosas de las que nos arrepentimos. Hasta los novios más perfectos se pueden convertir en exparejas rencorosas, celosas y tóxicas, y cuando eso sucede nos sentimos culpables por ser egoístas y poner tierra de por medio.
Si cada vez que te habla por WhatsApp es para echarte cosas en cara, culparte por el fracaso de la relación y discutir como si todavía fueseis pareja, hazte un favor y elimínale de tu móvil.
Hay personas que son como el río Guadiana; no dan señales de vida cuando más les necesitas y cuando te has olvidado de que existen aparecen de la nada.
Esto sucede mucho en el terreno de las relaciones amorosas, y es que hay muchos ex que solo te escriben cuando tienen una mala racha sexual o se aburren. Tú no eres una serie de Netflix. En otras palabras, no tienes que distraer a nadie. Y si lo último que te apetece es tener sexting con tu antigua pareja, mejor borrar y seguir con tu vida.