Los 670 habitantes de Sunbilla han tomado una decisión que les honra. Los contagios que se han producido en su localidad, que había estado hasta ahora a salvo del coroanvirus, ha provocado que los propios vecinos se autoconfinen intentando no salir a las calles. Cuatro de los afectados son menores de una misma familia y eso asusta más, aunque los casos sean diez en su pueblo y dos en el de al lado. La alcaldesa de la localidad, Amets Inda (EH Bildu) está sorprendida por estos “casos aislados” y una actitud de respeto a las medidas propuestas, como precisó.
Según su relato, los test de rastreo realizados desde el Centro de Salud de Santesteban, al que está adscrito la localidad, confirmó nueve positivos, siete en Sunbilla y dos en la propia Santesteban.La impresión de las autoridades es que la base de los contagios se encuentran las relaciones sociales establecidas y no “una comida o una fiesta” en la que hubiesen podido coincidir los afectados.
“Vivimos en un pueblo pequeño en el que todos nos conocemos y relacionamos. Lo que parece, siempre con prudencia, es que alguna persona fuese asintomática y en la propia relación haya podido contagiar a otras”. Ahora todos van a poner de su parte confinándose para evitar un brote.
Pero no son los únicos rebrotes. En una granja escuela de Juneda (Lleida) están aislados 25 temporeros contagiados. Aquí pueden guardar las distancias, algo, que como nos cuenta uno de ellos, era imposible por las condiciones que tuvieron al llegar al campo a trabajar. En Lleida hay dos brotes, a los temporeros contagiados se suman los 18 en una residencia. En Valladolid ya son 27 los contagiados en el foco que surgió en el hHospital Río Hortega: 14 sanitarios, 7 pacientes y 6 contactos. En Málaga han aumentado a 15 los positivos en un centro de acogida de Cruz Roja. Y en Menorca hay un matrimonio en cuarentena que voló desde Estados Unidos y dio positivo al llegar.