Tras haberse triplicado los casos de COVID-19 en Barcelona y su área metropolitana y de las comarcas leridanas del Segrià y la Noguera, el Govern ha recomendado a unos 4 millones de personas que no salgan de casa, excepto para ir a trabajar y hacer las compras imprescindibles.
Estas nuevas medidas de contención frente al coronavirus han sido anunciadas este viernes por las conselleras de Presidencia, Meritxell Budó, y de Salud, Alba Vergés, y el de Interior, Miquel Buch y se ha tomado en el marco del Procicat que pretende restringir movimientos y vida social a la mitad de los catalanes.
En concreto, las medidas propuestas afectan a unos 4 millones de personas en los municipios de la primera corona metropolitana de Barcelona: la capital catalana, Viladecans, El Prat de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Boi de Llobregat, Cornellà, Sant Just Desvern, Esplugues de Llobregat, L'Hospitalet, Montcada i Reixac, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Badalona.
En Lleida, donde ya estaba vigente el cierre del perímetro en siete municipios del Segrià, la recomendación para restringir la movilidad y los encuentros sociales se amplía a una treintena de localidades, incluyendo también toda la comarca de la Noguera y el resto del Segrià.
La recomendación general es que solo se salga de casa lo imprescindible en los próximos quince días, incluso ya este próximo fin de semana, eludiendo los desplazamientos a segundas residencias, para "evitar medidas más estrictas que no las quiere nadie" en un futuro próximo, ha indicado la consellera.
Así, la recomendación pasa por salir solo para trabajar; ir a centros de salud; cuidar de personas mayores, niños, discapacitados y dependientes; para comprar productos básicos; para comprar en establecimientos con cita previa; acudir a entidades financieras, realizar acciones judiciales o notariales, exámenes y mudanzas; practicar deporte con el núcleo de convivencia habitual; ir a huertos familiares de autoconsumo; y por causas de fuerza mayor.
En el caso de la hostelería y la restauración, se permite ofrecer el servicio en el interior de los establecimientos al 50 % de la capacidad, y en las terrazas con espacio de dos metros de distancia, aunque la preferencia es hacer comida para llevar.
Sin embargo, sí se mantienen los casales y colonias de verano, ha explicado la consellera, al considerar que se debe favorecer la conciliación, para que los derechos de los niños no queden afectados y porque estas actividades tienen sus propios planes de seguridad, que deberán seguir "sin distracciones", ha añadido.
También se mantienen abiertas las bibliotecas y los museos por el mismo motivo, al tener sus propios planes de contingencia aprobados por el Procicat, pero no podrán abrir cines ni teatros y tampoco los locales de ocio nocturno.
Además, destaca la prohibición de reuniones de más de 10 personas en el ámbito público y privado, aunque esta restricción no se aplica a las actividades laborales ni al transporte público. También está prohibido acudir a residencias de ancianos.
Respecto a las actividades deportivas, se recomienda que se hagan de forma individual o con las personas con las que se convive, y las playas no se prohíben directamente, como casi todo el resto de medidas, pero Vergés ha considerado que son "prescindibles".
"La gente ha de saber decidir y el riesgo al que se expone", ha considerado, y ha dicho que si no descienden los contagios "deberemos ir a medidas más drásticas", como el confinamiento total.
Meritxell Budó ha asegurado también que "con mucha probabilidad no se podrá celebrar" la festividad de Sant Jordi excepcionalmente convocada para el 23 de julio, tras haberse suspendido la del 23 de abril debido al confinamiento por la pandemia de coronavirus: "Estamos acabando de analizar el tema, estamos pendientes de hablar con el sector".
Ante las restricciones anunciadas, la Cámara del Libro de Cataluña, que agrupa al sector del libro, junto con el Gremio de Floristas, ya han anunciado que mantienen la celebración del Día del Libro y la Rosa el próximo 23 de julio, aunque renuncian al espacio común previsto en el Paseo de Gracia, donde se iban a concentrar unas 110 casetas en un recinto de esta calle.