La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha responsabilizado directamente a la Generalitat del repunte de contagios en la capital catalana. La alcaldesa ha sido rotunda: "Hay una sensación objetiva de que el Govern llegó tarde a Lleida y, también, al área metropolitana". Y ha pedido limitar las reuniones entre familiares y amigos. Colau reconoce 33 brotes con especial incidencia en Sants-Montjuic i L'Eixample. El 30% de los contagios en Barcelona se dan entre menores de 34 años, y poco más del 50% entre 34 y 64 años.
Asimismo, Colau ha vuelto a señalar el deficiente sistema de rastreo de casos diseñado por la Consejería de Salud: "Alertamos hace más de una semana que detectábamos problemas serios con el sistema de rastreo de la Generalitat, que era la autoridad competente para realizar esta actividad".
Pese a estas críticas, el Ayuntamiento ha respaldado las limitaciones para contener la escalada de positivos que ha vuelto a superar los 1000 en 24 horas. Colau ha pedido "responsabilidad" a la ciudadanía y ha recomendado seguir las indicaciones de la Generalitat, pese a que estas no tengan carácter imperativo.
Colau ha comparecido ante los medios de comunicación traslas medidas del Govern para contener la escalada de contagios en la capital. Tras esta actuación de la Generalitat, Barcelona comparte las mismas restricciones que otras zonas de Cataluña severamente afectadas por los rebrotes como Hospitalet o los siete municipios del área sanitaria de Lleida, incluida su capital.
El endurecimiento no solo afecta a la capital catalana, sino también a su área metropolitana. Los municipios de Viladecans, El Prat de Llobregat, Sant Joan Despí, Sant Boi de Llobregat, Cornellà de Llobregat, Sant Just Desvern, Esplugues de Llobregat, Montcada i Rexac, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Badalona deberán acatar las mismas limitaciones. Barcelona ha impuesto hasta 600 sanciones diarias y ha considerado que el impacto de la crisis económica es duro para muchas empresas y personas. El paro ha aumentado en 20.000 personas.
El Ayuntamiento de Figueres (Girona), por su parte, ha cerrado todos los parques, ha suspendido la celebración de Sant Jordi, hará más controles de aforo y multará a quien no lleve mascarilla para evitar contagios de la COVID-19.
Tras detectarse 65 casos en la ciudad, distribuidos en pequeños brotes, la alcaldesa, Agnès Lladó, ha anunciado las medidas adoptadas para evitar que se multipliquen los nuevos positivos. Así, ha decidido cerrar los parques infantiles y públicos, suspender la celebración del Sant Jordi de verano, aumentar las medidas de control del aforo en los mercados, bares y ocio nocturno; reducir el aforo del transporte público y comenzar a multar a quien no lleve mascarilla.
La Junta de Portavoces de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha pedido este viernes al Govern que incluya el municipio en el grupo de localidades del área metropolitana de Barcelona donde se tomarán medidas de contención para frenar la transmisión de la Covid-19.
En un comunicado, la junta de portavoces, que se ha reunido de urgencia, ha señalado que la exclusión de Sant Feliu "no está suficientemente justificada, dado el aumento de contagios en las últimas horas en la ciudad".
El consistorio confirmó ayer la existencia de un brote con 36 nuevos contagios, la mayoría asintomáticos, entre usuarios y trabajadores de una residencia de ancianos.
Además, el ayuntamiento ha insistido que Sant Feliu delimita de forma directa con la zona determinada por el Govern.
Ante esta situación, el consistorio ha pedido a la Generalitat que se haga un seguimiento "estricto y cuidadoso" de la evolución de la situación en el municipio, "para poder tomar las medidas pertinentes en caso que sea necesario".
El Govern ha recomendado hoy a los habitantes de la primera corona metropolitana de Barcelona que no salgan de casa, excepto para ir a trabajar y hacer las compras imprescindibles, y ha anunciado medidas como la limitación del 50 % del aforo interior de bares y restaurantes o el cierre de cines, teatros y locales de ocio nocturno.